mi peregrino, mi mitad BeastxWirt

Epilogo

¿cuánto tiempo había pasado? No lo recordaba, el joven castaño caminaba con una canasta en manos y sus cabellos siendo movidos por el viento. Caminaba con tanta tranquilidad como si su mente estuviera bien, se sentía solo.

El seguía ahí esperando cada día, cada hora, cada momento que regresara el ser que acabaría con su soledad. El chico se dirigía a visitar a su amante durmiente desde hace años, su canasta llena de flores para cambiar las que ya se habían marchitado, le gustaba como las flores acompañaban la belleza de su bestia.

Cada paso era lento y silencioso y su mirada al suelo, pero... sus ojos se alzaron observando una alta figura sentada en el pasto rodeado de bellas flores mirando a ningún lugar, el viento movía igual su larga cabellera que no había sido cortada, la criatura dirigió su mirada al castaño y sonrió.

Wirt sintió una presión en su corazón soltando la canasta en sus manos corriendo hacia el demonio y lanzadose a sus brazos siento bien recibido, estrujaba a Beast como si fuera a desaparecer, sus lágrimas caían como una cascada y gimoteaba sin poder detener su llanto

Wirt- ¡Beast, Beast, volviste, volviste! - su voz era apenas entendible entre sus llantos 

la cabeza de menor fue levantada para que mirara al hombre frente a él, Beast con sus manos limpio las lágrimas y le sonrió de una forma tan serena que logro calmar el corazón del niño

Beast- shh ya estoy aquí, calma- tomo al menor entre sus brazos y lo envolvió acariciando sus cabellos con paciencia meciendo a ambos con ligereza

el pequeño sin decir palabra alguna disfruto el momento, tantos años y la espera había valido la pena, tantos años y el castigo al fin se había acabado

Wirt- te estaba esperando- susurro con el rostro hundido en el pecho de Beast

Beast- lo sé, lo sé, lo siento- rio con ligereza antes de hacer a Wirt levantar la cabeza dándole un ligero beso en los labios- vamos a casa, mi alma gemela- susurro con una gran sonrisa viendo al castaño asentir entusiasta entre lagrimas

La bestia se levantó del pasto dando su mano para ayudar al peregrino y que ambos tomados de la mano regresaran a casa

el cielo soltaba su lluvia, pero aun así se veía hermoso, el invierno ya se asomaba y las plantas marchitaban, cuán difícil era buscar flores en aquellos días, pero esa ya no tenía por qué ser su preocupación, incluso el paisaje de las plantas muriendo ante el invierno parecía hermoso tomado de la mano de aquel monstruo temido por todos, después de todo, las flores siempre volverían a nacer

estarían juntos para verlo, en todas las primaveras a partir de ahora

Fin.

eso es todo

los AMO ♥