𝟬𝟴𝟬 | The First Day of the Rest of Your Life

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080. ┊໒ ⸼ 𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗘𝗜𝗚𝗛𝗧𝗬 ──

──  𝖳𝗁𝖾 𝖥𝗂𝗋𝗌𝗍 𝖣𝖺𝗒 𝗈𝖿 𝗍𝗁𝖾 𝖱𝖾𝗌𝗍 𝗈𝖿 𝖸𝗈𝗎𝗋 𝖫𝗂𝖿𝖾 🐝•˖* 📼 ☄️

(si no votan ni comentar, un hada muere, Carl muere y Lucy llora, ustedes no quieren eso, ¿verdad?)

EN ESTOS MOMENTOS ALEXANDRIA ESTABA MUY AGITADO, y no era para menos, nos estamos preparando para luchar por nuestra gente, para luchar por este lugar, que es nuestro hogar

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EN ESTOS MOMENTOS ALEXANDRIA ESTABA MUY AGITADO, y no era para menos, nos estamos preparando para luchar por nuestra gente, para luchar por este lugar, que es nuestro hogar.

Todo había sucedido tan rápido desde aquella sorpresaba llegada de Dwight, aquel hombre con mitad del rostro quemado. Él apareció y puso nuestro día de cabeza, además nos dió dió la premisa que Sasha esta siendo detenida en el Santuario.

Pero eso no fue todo, pues fuimos informados que los salvadores aparecerían mañana con con dos grandes camiones, así que que Rick apenas se entero de esto, comenzo a jugar sus cartas, y puso a todos manos a la obra, empezando con enviar a un par de hombre a informar a los Carroñeros, para que así sepan que era momento de cumplir su parte del trato, con las armas que le dimos para que nos ayuden a luchar contra Negan y los salvadores; además de claro, enviar a Jesus y a los demás a contarle a Maggie sobre lo que estaba pasando.

¿Recuerdan el libro que me dio Benjamin? ¿Aquel que fue enviado por Sophia?

Bueno, pues ahora me encontraba leyendo aquel libro, y poco a poco me iba obsecionando con el mundo de las sombras, era algo diferente a lo que suelo leer, pero me gusta, Sophia sabía que me gustaría.

El suave murmullo del viento y el silencio de la noche eran la única compañía que tenía mientras leía de pie junto a la ventana abierta. Mi mente vagaba entre las letras de este libro, tratando de encontrar un refugio temporal en la historia que se desarrollaba ante mis ojos. Pero no importaba cuánto me esforzara por huir de los pensamientos inquietantes, sabía que mañana sería un duro día.

De pronto, cerre suavemente el libro, dejando mi lado lector entre las páginas, porque aunque no lo veía ─tampoco necesitaba hacerlo─, sabía que Carl había entrado, lo sentí, sentí su vibra.

COUNTING STARS, carl grimesWhere stories live. Discover now