Cap 1

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Y cuando ellos lo ven, huyen, huyen como ratas despavoridas.
Pero a su gusto se siente bien, porque él es el rey, y lo sabe.
O... creía saberlo.

🖤


Jimin daba miedo. Mucho miedo.

No era lo más santo del planeta, en realidad todo lo contrario; el diablo seguro estaría orgulloso de él.

Sólo le faltaba asesinar a alguien para ir aún más al fondo del infierno.

Y seguro lo haría muy pronto.

Ese día era sábado, cinco de la tarde y soleado. Estaba solo en su pequeña casa solitaria como de costumbre, echado en el sillón mirando su teléfono desinteresado mientras mascaba un chicle que ya había perdido el sabor; su estómago rugía por comida, le dolía ya que no había comido desde ayer a la mañana. Y ya era el día siguiente a la tarde.

Rezongando se paró del único sillón que tenía y caminó hasta la puerta para tomar de la mesita de la entrada su teléfono, un fajo de billetes y su gorra colocándosela rápidamente para salir de la casa cerrando con las llaves con las que sus dedos jugaron desinteresadamente.

Caminó por las calles intimidante, en su pequeño barrio no pasaban muchas personas a esas horas, así que sólo tenía de compañía al viento ligero que pasaba y el sol ardiente que le hizo ponerse unos shorts hasta las rodillas y una camiseta sin mangas blanca que dejaba todos sus músculos ejercitados expuestos y parte de su pecho, comenzando a sudar por el calor.

Buscó con sus ojos el mini supermercado de la esquina y cuando lo divisó caminó hasta él más rápido. Entró y estaba todo prácticamente vacío, nadie iba a comprar a esas horas.

Pasó directamente al área de snacks y tiró todos los paquetes de la estantería en el pequeño carro que había recogido en la entrada con un mano, sin importarle los que se cayeron al suelo.

Caminó hasta la zona de frigoríficos y abrió uno que estaba lleno de latas y botellas de aquello que le gustaba tanto: alcohol.

Sonriendo de lado tomó cuatro latas de cerveza negra y las lanzó también al carrito, cerrando después la puerta sin mucho cuidado. Se dirigió a la caja y comenzó a poner todo lo que estaba comprando en la barra para que llegue al chico de la caja al cuál nisiquiera giró a ver.

-¿Todo eso llevarás?

Jimin alzó la mirada ante la cálida voz, y lo miró confundido.-Si. Ahora registralo, no tengo todo el día.

-Ugh, si hay servicio al cliente ¿porqué no al vendedor? Somos más maltratados.- bufó el chico pasando los productos con desinterés, y Jimin arqueó una ceja.

De acuerdo, era atractivo, pero su actitud superadora lo estaba enfermando.

-Sólo pasa las cosas.

El chico se encogió de hombros y bostezando terminó de pasar cada producto embasado.

-¿Te crees un chico malo, no es así?

Park lo miró, aun más extrañado y con su ceja alzada.

-No me creo cariño, soy malo.- sonrió de lado, pero el castaño rió burlón.

-Bajaré tus humos y a tí de tu nube. Pero realmente cuando te ví entrar sólo te veías como si filmaras un anuncio de perfume y debías modelar con él viéndote serio. ¿No tienes mejor ropa que esa?

Eso lo había dejado atónito, sorprendido. Nadie se había dirigido a él así, nadie lo había enfrentado, nadie se había atrevido a decirle cosas siquiera de un nivel inferior.

-¿Quién te crees idiota?

-No es quién me creo chico malo, es quién soy. Y déjame decirte que soy una persona que no tolera a personas como tú, que se creen dueñas de todo. Así que estaría mega contento si tomaras tus porquerías que arruinarán tus músculos tonificados y te largas de aquí.

Aquello había sido un golpe bajo.

Namjoon no rechistó, esa vez lo dejaría así, se retiró y simplemente fué a su casa enfadado con rencor por dentro, que terminó desatando en su bolsa de boxeo en el ático. No arruinaría esa cara bonita esa tarde, pero aquél vendedorcito no supo con quién se estaba metiendo.

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⏰ Last updated: Aug 29, 2023 ⏰

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༆ᴳᵒᵒᵈ ᵀᵒ ᴮᵉ ᴮᵃᵈ༆ PAUSADA •ᴶⁱᵏᵒᵒᵏ• °ᴬᵈᵃᵖ°Where stories live. Discover now