En el Bote... PERO 2

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Nos encontramos nuevamente en la parte más recondita y maldita de Celaya.

Estaba Toshinori en la sala de visitas, hablando con el que anteriormente era la máxima expresión del ÉXITO.

- ¿Y como te ha ido en todos estos meses?.- Preguntó a través del teléfono.

- Supongo que no puedo quejarme, ahora Uraraka se volvió bien extraña y es la que se está encargando de rematar los chistes.- Respondió Izuku con un tono apagado.

-¿Uraraka?, eso no es posible.-

- Solo mire atrás de usted-. Apuntó con su dedo índice.

Toshinori volteó hacía atrás, quedando sin palabras ante la escena que se encontró.

Uraraka estaba quemando melaza y se estaba dando tremendo pasote con uno de esos dulces que truenan así bien masizo.

- Y por eso no deben de arrojarle piedras a los aviones, o los mandarán al infierno como a Midnight, o peor, a Celaya.- relataba a los niños que venían a ver a sus padres.

- ¿Y eso que tiene que ver con que mi papá esté aquí por matar a un niño de un golpe en la cabeza?.- preguntó uno de los niños.

- Tranquilo niño, mi papá explotaba a toda mi familia de forma psicología y física, y M I R A M E, soy el ÉXITO.- Dijo mientras levantaba el pulgar.

Los niños comenzaron a llorar y por alguna extraña razón hicieron combustión instantánea.

La chica entonces volteó hacía dirección de Izuku, le levantó el pulgar en forma de orgullo.

- No será lo mismo, pero por lo menos es algo.- Respondió depresivo.

Fin.

Izuku, El Conserje (Sketches medio piteros)Where stories live. Discover now