✩‧₊˚ Un alienígena en mi casa ₊˚.☆

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Aclaro que esta historia es 100% mía
Voten o comenten porfas 😿

...

Victoria se encontraba en su cama viendo el celular, todo era silencioso en la casa mientras que Victoria escuchaba música mientras estaba ocupando su celular; un fuerte ruido la hizo quitarse los audífonos y sentarse, quedándose en silencio un par de segundos, hasta que escucho un gemido de dolor, cogiendo una navaja bajo lentamente las escaleras hasta llegar al primer piso, a paso lento se dirigió a la cocina. Encontrándose algo inesperado dejándola sin palabras; una mujer de tez azul, cabellos azules y un vestido azul marino. La mujer se encontraba sobandose la cabeza con un par de piezas de porcelanas rotas las cuales anteriormente eran un plato estaban en el suelo, la respiración de la mujer azulada era agitada, miró a todos lados hasta que se encontró con la humana asomándose por el marco de la Puerta.

-¿Quien o que eres? ¡Habla!.-

Dijo Victoria amenazante, la mujer azulada se le vio furiosa y a la vez asustada; momentos después Victoria se encontraba en la misma posición, solo que con un par de lágrimas corriendo por sus ojos y mejillas, esta rápidamente se quito las lágrimas, aún viendo con desconfianza y amenazante a la mujer Azulada.

-¿Pero que? Como te atreves a resistir mi poder, humano inferior.-

Exclamó la mujer Azulada, cambiando su rostro serio a uno de preocupación y asustadizo, no sabía dónde estaba y sus poderes fallaban vagamente.

-¡Dime que o quien eres!-

Reprochó Victoria, con navaja en mano acercándose unos 3 pasos a la Azulada, en eso recordó que había un niño de unos 12 años que decía tener amigas 'gemas' con poderes.

-Soy Diamante Azul, la tercera Diamante más poderosa de todo el Universo. Ahora humano, explícame que hago aquí ¿¡Me secuastraste!?.-

Explicó D.Azul, mirando a la humana que era más alta que ella, seguía sin entender cómo ahora era del tamaño de un humano a comparación D en par de días siendo más grande que un rascacielos

-¿Como quieres que te secuestre si apenas te conozco? ¡Tu que haces en mi casa!-

Dijo Victoria, bajando la navaja

-¡N-no lo se! Yo solo estaba en mi planeta y de la nada... un destello apareció y llegue aquí! ¡Después me metí a la primera 'casa' que vi!-

Dijo D.Azul alterada y asustada, no sabía que paso y no sabía a dónde iría.

-¿Eres un alienígena? Oh mierda.-

Acusó la contraria.

-¡N-no! Supongo que no... ¿Y ahora donde me quedaré? ¿¡Como regresaré a mi Planeta!?-

Comenzó a exhaltarse D.Azul.

-¿Crees que me pueda quedar en tu hogar humano? ¡No es que me quiera quedar pero no se donde quedarme, no se como regresar y no tengo poderes!-

Alterada D.Azul, comenzó a llorar, contagiando la tristeza a Victoria, esta empatizó un poco con la alienígena.

-Esta bien... te quedaras hasta que sepas como irte de aquí.-

-Esta bien...-

D.Azul aliviada, suspiró, se levantó y evitó pisar la hermosa porcelana; sus ojos comenzaron a verse caídos y somnolientos, era la primera vez que experimentaba esa emoción y el momento era incómodo

-Duerme en la habitación de invitados, sígueme.-

La mujer comenzó a dirigirse a la habitación de invitados, rápidamente D.Azul la comenzó a seguir, tropezando con algún escalón y una que otra vez con la pared, esto gracias a la poca iluminación que al contrario de Victoria, la cual ya se había acostumbrado a la poca iluminación, abrió la puertas d ela habitación mientras prendía el foco, ahora ella siendo cegada por la alta iluminación.

-Buenas noches.-

Dijo Victoria, antes de cerrar la puerta la mano de Azul detuvo este acto, un poco avergonzada dijo.

-¿Como duermo?-

-Simplemente acuéstate en la cama, cierra los ojos, no hables y relájate.-

Explicó rápidamente, apagando el foco ahora su cerrando la puerta, dirigiéndose a su habitación que estaba un par de pasos lejos de la de invitados, cerró la puerta de su habitación y se tiro en su cama, durmiendose minutos después, al contrario de Azul que se encontraba nerviosa y asustada que lo que le pasaría, se acostó rápidamente entre las sábanas, cubriendose con una sábana al instante, siguió los pasos que le dijo Victoria, media hora después sintió esa emoción de sus 'músculos' relajarse, cerró los ojos al fin experimentando el dormir.