Tuvieron los mismos sueños.
Compartían los mismos sentimientos.
Pero...
La vida les planteó un destino diferente.
Los separó.
Y cuando se reencontraron,
ambos pertenecían a diferentes bandos.
¿Puede alguien que se dejó llevar por la oscuridad volve...
Fui reclutada a la Liga de villanos luego de ser testigos de mi prueba, el haber derrotado a esa criatura gigante, los nomus que estaban desarrollando me estaba preocupando, así que el haber sido elegida para enfrentarlo, ha hecho que ellos puedan modificarlo; sin embargo, yo también puedo ir estudiando así sobre ellos para poder enviarle la información a los héroes y no sean un problema para ellos, me convenía ser su conejillo de indias. Destro me recibió con los brazos abiertos, su hipocresía estaba a otro nivel, y no esperaba menos de sus colegas, había gente que realmente me sorprendía el hecho que estén aquí.
- Tú serás nuestro bonus, un comodín, nuestro as bajo la manga - decía cruzando sus brazos y yo ladeé una sonrisa, imbécil - Llévala de vuelta a sus "aposentos", Dabi - el pelinegro tiró de mis cadenas y me sacó de la habitación para devolverme a mi celda.
- Por fin dejaré de ser tu escolta - rechistó mientras aseguraba mis cadenas - Pero, al menos gocé de un pequeño espectáculo -
- ¿A qué te refieres? - inquirí, él se acercó a mí.
- Que bien mientes gatita - dijo - Tu quirk y tu don son algo que no has explicado bien a los demás - aún me causaba intriga como Dabi sabía tanto de mí.
- Me gusta ser reservada acerca de mi persona - de repente, él me pegó contra la pared y me obligó a mirarlo.
- A mí no me vas a venir a pasear, aquí la mascota eres tú - replicó - Así que me contarás tu poder, ahora - suspiré.
- Mi don es una bendición, puedo hacer telequinesis, pero es muy escasa para usarlo en humanos, pero sirve para esto al menos - comencé a alejarlo poco a poco de mí - Mi quirk es "magnetismo biológico" así lo denominaron, ya que puedo manipular los órganos internos, sangre, en sí cualquier célula de los demás, pero para ello debo tocarlos, pero usarlos a la vez entumece mi cuerpo, por eso me valgo de mi fuerza física, la cual estás reteniendo, ahora - dije esa última palabra con el mismo tono que él usó.
- Inténtalo conmigo - dijo sin más.
- ¿Qué? -
- Vamos chica militar, me vas a decir que no has fortalecido tu quirk por miedo - él había dado en el clavo, pero eso es algo de lo que si no hablaría con él - Venga vamos, usa tu quirk y don conmigo -
- Si así me dejas en paz - alegué - lo acerqué con mi telequinesis para tocarlo y de ahí formé un puño para apretar sus pulmones, él hizo un esfuerzo pero controló bien la respiración hasta que lo solté porque comenzó a dolerme la cabeza y Dabi me tomó por los hombros.
- Eso fue un asco - intenté separarme de él, pero me acercó más - Hey, recuerda la frase "a tus enemigos más cerca" - desvié la mirada y usé mi telequinesis para que me suelte y mi cuerpo sea llevado a mi cama, en la cual me senté - Si practicas, te iría mejor, serías un verdadero peligro -
- Entonces mejor dejarlo cómo está - me di la vuelta para ya no verlo ni hacerle caso.
- Conformista - eso me molestó y aún así no le hice caso - Mediocre -
- ¡Bueno basta si! - me estaba molestando demasiado - Practicaré si eso hace que... - en eso, una ventisca pasó por la celda y es que en este lugar hace mucho frío; de pronto, Dabi encendió su fuego y lo colocó en unas antorchas para que abrigue la habitación, me quedé anonadada por su acto y por la rareza y belleza de su fuego.
- ¿Por qué pones esa cara? -
- No... no es nada, solo... me recuerda a alguien - suspiré - Pero, esa persona ya no está en este mundo - volví a acostarme - Gracias Dabi - dije sin más.
- Yo tampoco volveré a ver a alguien, a pesar de que está con vida - me sorprendió su respuesta, pero no volteé.
- ¿En serio? ¿Por qué? - pregunté de todos modos.
- Porque... lloraría - al dar la vuelta sentí como se iba cerrando la celda, me acomodé en la cama y me puse a pensar en los chicos, en Hawjs... y en él, viajé al pasado una vez más.
.
.
.
.
.
POV. HAWKS
Estaba en el tejado de la agencia de Endeavor, con la mirada perdida, a merced de las órdenes de mis superiores, pero con ganas de desobedecer, porque... por ella yo haría de todo.
- ____.... - susurré - ¿Dónde estás? - fue entonces que tomé mi decisión y dejé la miserable escena atrás, ____ sentiría verguenza si me vería así, así que contra todo y todos, iría a buscarla.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
