๑ 𝐂 𝐋 𝐀 𝐒 𝐄 𝐓 𝐀 𝐘 𝐎 ๑

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En comparación a días previos, HyungWon sentía que sus piernas pesaban toneladas, cuando las escaleras frente a la escuela, exigían más esfuerzo del que hacía al caminar.

La gente lo veía únicamente a él; lucía más pálido de lo normal y dos oscuras bolsas yacían bajo sus ojos producto de una mal sueño que no dejaba de repetirse en su cabeza: 

» Era un día soleado, y en un parpadeo, comenzó a llover. HyungWon creía haber visto mal, quizás las nubes llevaban más tiempo sobre su cabeza de lo que recordaba, pero oscureció de repente y algunas gotas de lluvia empapaban su cabello mientras alcanzaba la puerta de la escuela.
Relámpagos y el rugido del viento lo apuraba a entrar, pero cuando lo hizo, todo quedó en silencio; estaba solo, como en las películas de terror.
HyungWon se sentía extraño, como si hubiese olvidado un examen. Caminó por el pasillo, buscó su salón y notó como todos estaban dentro aunque solo recordaba seis rostros: eran sus amigos.
Entonces el sueño se volvió completamente extraño y sus amigos voltearon a verlo con cierto enfado. Todos lucían molestos, él no sabía por qué, pero no duró demasiado pues comenzaron a gritarse entre sí.
Había lágrimas, dolor y palabras que jamás pensó oír entre ellos…«

Sus pasos eran lentos, contados, como si temiera que el sol se fuera en ese mismo instante e iniciara su pesadilla. El susto no desaparecía. Cerró los ojos y respiró profundo para calmar su pulso, funcionó… o así lo sintió de ese modo hasta que una amplia mano se posó en su hombro: HyungWon abrió los ojos aterrado y ahogó un grito ante el rostro sereno de HyunWoo.

—¿Te asusté? — dijo colocándose a su lado. Cuando HyungWon negó, HyunWoo lo vio mejor y le dijo lo que la mayoría pensaba —Por Dios ¿Dormiste anoche? Te ves terrible.

—Lo sé pero estoy bien— respondió retomando el recorrido al salón. —¿KiHyun no vendrá hoy?

—Sí pero no vengo de mi casa así que tomé otra ruta. — explicó. — Quizás ya esté dentro.

Caminaron lado a lado hasta que los amplios hombros del moreno junto a los suyos impidieron que ambos pudieran cruzar la puerta. HyunWoo se adelantó y HyungWon sonrió al ver el llavero que colgaba de la mochila de su amigo:

—¿Todavía conservas el brazalete que KiHyun te regaló?

—¿Eh? Ah sí. — respondió. —Ya no me queda pero lo uso de llavero.

—No puedo creerlo. — rio —Yo ya lo hubiera perdido, nada me dura demasiado.

—Si lo pierdo, KiHyun me mataría. — dijo abriendo la puerta del salón. —Y en mi casa es más factible perderlo, por eso va conmigo a todas partes.

Cuando HyunWoo dejó sobre su asiento la mochila, tomó el brazalete y lo contempló un momento:

—Para ser de fideos secos, es de muy buena calidad. — dijo HyungWon aunque el esmaltado que le daba brillo indicaba que HyunWoo lo barnizó en algún momento con esmalte transparente para la posteridad.

El salón estaba vacío y con eso parte de los tristes pensamientos de HyungWon desaparecieron.

— Sólo fue un sueño. — murmuró junto a la ventana viendo a MinHyuk y KiHyun conversar afuera, JooHeon corría para alcanzarlos.

Entonces se sentó en su asiento junto a MinHyuk, apoyó los brazos sobre el escritorio y recostó su cabeza encima de ellos dejándose llevar por la sensación del sol calentito en la mañana y el silencio del salón.

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El sueño de HyungWon era tan profundo que ni siquiera una estampida de alumnos lo despertó. MinHyuk, JooHeon, KiHyun y HoSeok estaban allí acompañando a HyunWoo quién enviaba mensajes a ChangKyun por si se había quedado dormido.