Mi sueño ideal (Editando)

Capitulo 5 (Pelicula)

Narrador Omnisciente

Llegó la mañana siguiente y Eugene caminaba ansioso por su celda oscura. La luz del sol se filtraba por la ventana enrejada y proyectaba sombras alargadas sobre las paredes de piedra. Sus pensamientos estaban consumidos por la preocupación por Rapunzel y TN.

Mientras estuvieran a salvo, claramente no le importaba lo que fuera de él, pero deseaba desesperadamente alguna señal de que ambas chicas estaban bien.

Con un profundo suspiro, se agarró a los fríos barrotes de hierro de la ventana y apoyó la frente contra ellos. La luz de la mañana no contribuía a levantarle el ánimo.

El sonido de la puerta de la celda al abrirse y crujir lo sacó de su ensoñación. Se volvió y vio al capitán de la guardia, severo e inflexible.

Capitán: Terminemos con esto, Ryder

Eugene: ¿Qué quieres decir?

Preguntó , esperando contra toda esperanza una respuesta diferente. 

El silencio y la expresión pétrea del capitán lo decían todo.

Eugene: Oh...

La mano de Eugene se elevó instintivamente hasta su garganta cuando comprendió lo que estaba pasando.

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Mientras tanto, de vuelta en la torre, Madre Gothel estaba desenredando cuidadosamente el cabello de Rapunzel, sus manos quitaban suavemente las flores mientras Rapunzel se sentaba en la cama, su expresión nublada por el dolor.

Madre Gothel: Listo, todo ha vuelto a la normalidad, ahora, lávate para cenar, prepararé sopa de avellanas

Anunció, forzando una sonrisa.

 Su sonrisa se desvaneció cuando notó la falta de respuesta de Rapunzel, su energía se agotó, incapaz incluso de mirar hacia arriba.

Madre Gothel: Yo traté de decírtelo, Rapunzel, que entendieras los riesgos del exterior, el mundo es obscuro y salvaje y egoísta y al más fino rayo de sol y su alegría, los destruye..

Suspiró, su voz estaba cargada de fingida simpatía, antes de irse.

Rapunzel estaba sentada allí, sosteniendo la tela púrpura con el escudo real en sus manos y frunciendo el ceño aún más.

Pascal, percibiendo su angustia, se acurrucó contra ella; su habitual verde vibrante ahora era un azul melancólico.

Recostada en su cama, Rapunzel agarró la tela que Eugene le había comprado, mirando fijamente al techo.

Sus ojos recorrieron los patrones familiares de su obra de arte, el mismo símbolo recurrente del sol que había pintado innumerables veces sin saber por qué.

Ella miró repetidamente la tela y el techo mientras los engranajes de su mente giraban lentamente.

Luego se sentó, con la respiración entrecortada, recordando el símbolo del sol de sus primeros recuerdos, visiones de él en su cuna cuando era bebé.

Los rostros del rey y la reina aparecieron vívidamente en su mente. 

Sus pensamientos volvieron a los murales del pueblo, que representaban a TN y a la princesa perdida. 

Las piezas estaban encajando perfectamente.

Recordó estar parada frente al espejo con TN , ambas usando las tiaras.

Rapunzel jadeó, sus ojos se abrieron mientras se tambaleaba hacia atrás contra su tocador blanco.

Su corazón latía con fuerza ante la inesperada y abrumadora comprensión: ella era la primera princesa y TN era su hermanita.