🥀Fijación Oral[ForceBook]✓

🥀 Capitulo 21🥀

Jiratchapong no regresó en unos pocos días.

Tampoco llamó. Book sabía que podía llamar, pero la sola idea le hizo temblar.

No quería parecer pegajoso. 

Para el viernes, Book no sabía qué pensar. No ayudó el que Achara y Aom continuaran preguntando dónde estaba el Sr. Jiratchapong  la pregunta para la que Book no tenía respuesta.

¿Dónde estaba él? 

Era un pensamiento persistente en la parte posterior de la mente de Book el que Jiratchapong era un compromiso-fóbico.

Tal vez lo había dejado porque esta cosa entre ellos le asustó. Si eso era así, bien, que se joda. Book estaría condenado si se dejara ser el tipo pegajoso. 

—¿Qué te pasa, hombre?— Cher preguntó el viernes por la mañana, mientras que se sentaron en la clase de Jiratchapong.

—Nada.

  —Te ves como la mierda.

—No dormí bien—, Book murmuró, frotándose los ojos. No era una mentira.

—Sólo estoy - Se interrumpió a sí mismo, notando al profesor que entraba en el salón de clases.

No era Jiratchapong. Su corazón se hundió. La Profesora May se sentó detrás del escritorio de Jiratchapong y sonrió a los estudiantes.

—Buenos días—, dijo la mujer alegremente.—Voy a estar reemplazando al profesor Jiratchapong hasta nuevo aviso—

  Una alegría recorrió la habitación.  Book levantó la mano.

  —Sí, señor Kasidet?—, dijo May.

—¿Dónde está el profesor Jiratchapong?

  Ella arqueó las cejas.

—Yo no creo que sea tu problema, pero si quieres saberlo... El Profesor Jiratchapong está ausente debido a circunstancias familiares—.

—Sí,— la chica sentada al otro lado de Book murmuró.—He visto en las noticias que él se estará casando con la hija de un político—.

Book se quedó mirándola, aturdido.  Cher le puso una mano en el hombro y le dijo algo, pero apenas podía oírlo.

¿Casado? ¿Force?

—No puede ser verdad—, susurró: más para sí mismo que para la chica.

—Él es gay. Y él es...—

Mío.

Excepto que no lo era, ¿verdad? No tenía ningún derecho a estar enojado. No eran nada el uno del otro. 

—¿Estás bien?—, dijo Cher, quien lo miraba con el ceño fruncido.

—Estoy bien.

—Book-

  —¡Estoy jodidamente bien!— Book respiró hondo y dijo, más suave,

—Lo siento. Estoy bien.

🧡 

Book volvió a casa temprano, despidió a la niñera, se sentó en el sofá y vio a las gemelas jugar.

  Sus vestidos estaban gastados y demasiado pequeños para ellas.
Necesitaban ropa nueva.

Cerró los ojos y pensó en cuánto costaría. La Navidad no estaba muy lejos, y las Navidades eran caras, por lo que necesitaba ahorrar dinero. La nueva ropa para las niñas tendría que esperar hasta que encontrara un trabajo mejor.

Book suspiró, frotándose la cara.

Sí. Eso era en lo que necesitaba enfocarse. No más distracciones.
Las niñas dependían de él.

El sofá se hundió cuando las chicas de pronto subieron a el. 

—Estás triste—, dijo Aom.

—No nos gusta cuando estás triste—, dijo Achara. Book sonrió y envolvió sus brazos alrededor de ellas, tirando de ellas cerca. Eran muy cálidas y olían a jabón y dulces. A inocencia.

—No,—dijo.—Por supuesto que no estoy triste.— ¿Cuándo va a volver el Sr. Jiratchapong?—Preguntó Achara, una vez más, sus ojos azules muy abiertos y brillando con lágrimas.

—¡Él me prometió un cachorro! Con una estrella blanca en la frente—. Aom se chupó el pulgar.

—Sí, ¿cuándo va a volver?—  El corazón de Book se apretó.

En ese momento, él odiaba a Force Jiratchapong más que a nada. Las chicas no tenían a nadie excepto a Book; por supuesto que se habían apegado a Force, ya que había estado prácticamente viviendo con ellos durante el último par de semanas.  Book sonrió, pero se sentía más como una mueca.

—No pareciera que vaya a regresar, cariño.—

Las cejas de Achara frunciéndose.

—¿Por qué?—¿Cómo se suponía que iba a responder a eso?

Book desvió la mirada.

—Porque él tiene su propia familia. Y parece que su padre le pidió que se casara—. Al menos esa era la única explicación que se le ocurría.

—Él va a formar una familia ahora.

—¿Por qué?—dijo Achara.

El labio inferior de Aom tembló.

—¿Por qué?—  Book miró entre ellas y no sabía qué decir. 

—No sé, nena—, murmuró, presionando sus labios en la frente de Aom y tirando a Achara más cerca.

—No lo sé.—

🧡🧡

Andamos tristes, todos extrañamos al gruñón de Jiratchapong..

Mi vato precioso te rezo...