6.-

63 9 2
                                    

Narra Aidan:

Al día siguiente todo llegó con normalidad, desde que mis padres sonreían falsamente ante mi presencia hasta que por fin se iban de casa.

Cómo dije, amo a mis padres, sin embargo hay cosas que no me gusta recordar sobre ellos y sobre nosotros.

Al llegar por fin la hora en dónde me vería con mi ángel, digo, con _____, ¿En qué cosas estás pensando Aidan? Una chica puede decepcionarme, eso lo sé muy bien, podría decirse que gracias a mis padres o tal vez gracias a mi, no soy una persona que pueda considerarse "buena" para el mundo.

Otro de mis mayores problemas es que tiendo a ilusionarme demasiado rápido, ¿Qué tal si ____ no es un chica a la que pueda llamar perfecta? Nadie es perfecto, y... Y yo no sé por qué estoy hablando sobre esto.

Me preparé para después salir de casa, debo admitir que me gustaba estar ahí, sin embargo por _____ podía dejar un rato la oscuridad de mi cuarto.

Llegué a su departamento y toque la puerta esperando a que me abriera, según ella me había dicho que sus padres hoy no estarían, ni su hermano, así que supongo que solo seremos ella y yo por el día de hoy.

Poco después de un rato salió del departamento con una sonrisa que por alguna extraña razón me transmite paz.

— ¡Hola, Aidan! — dijo con una sonrisa mirándome a los ojos, wow... Esos ojos color ____ que hacen que sonría inconscientemente. Aidan solo ha pasado un día y ni siquiera la conoces bien, ¿Y si tiene novio? Peor aún, no te puedes enamorar de ella.

Hola, linda, digo, ____. — mis mejillas rápidamente ardieron en fuego, a lo que ella rió un poco — ¿Lista para irnos? — dije tratando de ignorar lo que pasó antes.

— Por supuesto, vamos... Espera, a dónde iremos? — sonaba un poco curiosa, esa curiosidad me gustaba, digo, siempre me he considerado curioso y algo raro, así que me pone feliz saber que no soy el único raro.

— Ahhh... Es una sorpresa — reí un poco, me puse detrás de ella y la empuje hacia el elevador — Vamos, tienes que entrar — dije tomándola por los hombros y guiandola hasta entrar en el elevador.

— Está bien, ya voy. — entro al elevador, y yo detrás de ella. Al bajar salimos directo a la calle la cual mostraba a las personas moviendose de un lado a otro, platicando de lo que sea.

Por suerte para nosotros no había mucho sol, por lo que nuestro destino iba a estar perfecto.

— ¡Aidan! ¡Basta! Dime a dónde vamos de una vez — me miró un poco irritada — La curiosidad me está matando, y odio las sorpresas — reí y un poco y le di un leve empujón

— Ya casi — Fué lo único que dije durante estos 40 minutos.

— Eso dijiste las veces anteriores — se quejo de nuevo y volví a reír.

— Te va a gustar ¿Ok? — Tome su mano y la lleve al Space Needle un lugar famoso de Seattle, para nuestra suerte no había tanta gente por lo que pudimos entrar con tranquilad.

— ¿Está es la sorpresa? — me miró y sonrió, yo negué con la cabeza. Al ver mi acción frunció el seño confundida. A lo que yo dije: — Está es una parte de la sorpresa — sonreí y ella me miró sorprendida.

— Ven, por aquí — la guíe y la acerque al mirador, ella sin resistencia alguna se acercó y miro. — ¿Ves hacia allá? — señalé con mi dedo índice un boscoso lugar, no se veía muy bien por la neblina pero pareció encantarle. — ¿Vamos a ir hasta allá? — me miró y yo asentí, al ver eso se emocionó y se lanzó en mis brazos, a lo que yo correspondí con un calido abrazo.

— Bueno, claro que rentaremos un auto para ir hasta allá — rió un poco, su risa, su sonrisa me trae tanta paz... Y aún no se por que. — ¿Nos vamos? — ella negó.

— Quiero quedarme aquí un poco más, me recuerda a... Mi hogar — sonrío de nuevo, dios, esa sonrisa... Asentí y tome sus manos, muy delicadas, y con tanta cautela como si se fuera a quebrar en algún momento.

Nos quedamos unos minutos más hasta que hablo una vez más — Bueno, es mejor que nos vayamos — rió un poco, — Bueno, guianos — sonreí y bajamos del mirador, para después ir hacia una renta de autos para turistas, recuerdo haber venido aquí cuando era niño, como dije, algunos pensaran que mis padres son los mejores, pero a veces llego a sentirme manipulado o incluso lastimado por ellos.

Rentamos un auto y comencé a conducir hasta la zona boscosa de antes, ella no tenía idea, pero ahí había una sorpresa.

Al llegar ofrecí mi mano para que bajara del auto, ella la tomo, sus manos suaves y delicadas hicieron contacto con mi piel, y su sonrisa, esa sonrisa que aún sin conocer a la persona te cautiva.

— Te va a encantar esto... — susurré y ella rió.

— Bien, confiaré en ti, Aidan — me dió un leve golpe en el hombro y yo reí. Caminamos un rato por el bosque hasta que en el centro de este estaba ahí...

La constelación de Andrómeda pero hecha con flores, hace un tiempo la encontré, en una exploración con un equipo para limpiar la zona y técnicamente es la misma, es extraño ya que es natural, nadie de por aquí hizo la figura.

Ella se quedó maravillada al verlo — E-Es Andrómeda — pudo formular mientras la miraba — ¡Aidan, es Andrómeda! — se lanzó hacia mi envolviendome en sus brazos, yo correspondí.

Sigo pensando, no es normal que alguien llegue a cautivarte tan rápido como ella lo hizo. No creo en el "Amor a primera vista" pero hey, quizá pueda cambiar de opinión. A lo que voy es, apenas la conozco y ya la amo...

.........................................................................

Ig. aeimnx_gllghr.05

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Nov 03, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

TAL VEZ EN OTRA REALIDAD  [Aidan Gallagher y Tú] Where stories live. Discover now