𝐨𝐢𝐢. the castle's crumbling down

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02. THE CASTLE'S CRUMBLING DOWN
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CONNIE'S POV
MAR 6, 2018

EL SILENCIO, EN OCASIONES, PUEDE RESULTAR ABRUMADOR. La ausencia de sonidos mayormente provoca que nos quedemos a solas con nuestros pensamientos, permitiéndole al cerebro a llevarnos a los sitios más recónditos y oscuros de nuestra mente. Nos obliga a convivir con sensaciones para nada placenteras, que nos carcome por dentro al punto de hacernos revivir los peores escenarios.

Eso sucedió con Cornelia desde que se filtraron aquellos terribles audios y ella acabó cayendo en la desgracia. Todo lo que había construido con el paso de los años, la confianza que se había ganado, terminó ardiendo en llamas en un abrir y cerrar de ojos.

De este modo, Cornelia optó por alejarse del exterior, convirtiéndose en una ermitaña encerrada en un apartamento que quedaba en las afueras de Nashville. En esta reclusión, condenada a una convivencia forzada con su propia mente, los últimos acontecimientos de su vida se repetían como en una especie de bucle sin final. Sin embargo, todavía no conseguía comprender en qué momento había arruinado todo.

Había llegado a un punto en el que casi creía las cosas que se rumoreaban sobre ella, a pesar de que, en el fondo, Cornelia sabía a la perfección que jamás había sido infiel, manipuladora y cualquier otro adjetivo que se utilizaba para calificarla. Pero leía tantas veces los comentarios y opiniones del público, que acababa auto-saboteándose.

Mientras sus amigos y enemigos presenciaban el final de su reinado, las alabanzas que antes adornaban su nombre se transformaron en corrientes de odio. Algo con lo que Connie no estaba familiarizada.

Durante el último mes, su teléfono no había dejado de sonar. No solo porque sus redes estaban al borde de la explosión —y había tenido que bloquear todas sus cuentas en pos de preservar su salud mental—, sino porque sus amigos y familiares no dejaban de escribirle. Estaban preocupados por ella y querían recibir alguna noticia suya, aunque Cornelia no estaba dispuesta a ceder y prefería alejar a cualquiera que intentase brindarle su ayuda.

Era un gran defecto que Connie sabía que debía trabajar; cuando se le presentaba alguna dificultad con la que no estaba segura de cómo lidiar, desaparecía del mundo exterior hasta que los problemas se desvanecieran por sí solos. A sus veintiún años, no quería aceptar que la vida no funcionaba así.

Desganada, Cornelia tomó el teléfono que yacía a un lado en el sofá y repasó de manera superficial los últimos mensajes recibidos. El primero era de su amigo Parker, a quien había conocido un par de años atrás durante los rodajes de Riverdale. Y era probablemente de los pocos de sus compañeros de reparto que se había preocupado en escribirle.

DELICATE, 🪦  joseph quinnWhere stories live. Discover now