La obsesión en una persona se caracteriza por la insaciable necesidad de poseer y ser poseído, y dominar a la persona objeto de la obsesión. Quienes la padecen experimentan sentimientos intensos de celos, incertidumbre y resentimiento, que reemplaza...
Los rayos del sol cubrían la habitación de color rojo y de paredes escarlatas. La atmósfera era tranquila y el aire alentador para una comoda siesta. Apesar de tener un holor profundo que derretiria la nariz de cualquiera. Habia ropa regada por todos lados, mas exactos ropas femeninas como lo era un vestido de color ojo sangre con negro. Los roperos estaban que se caian y las estanterías estaban en el suelo como si un huracan hubisese arrasado en esa habitación de tan explicita imagen.
Habian joyas por lo quier, oro, plata y diamantes por los suelos. Era extraño, nadie tendría estos lujos a no ser que fuese alguien con mucho dinero y de visible origen lujoso. O quizas un ser horripilante que hace de las suyas, despues de todo en un mundo de heroes y villanos era lo menos que se podria esperar.
En fin, cualquiera que lo viera pensaría que era la habitación de un adolescente comun, que era irresponsable y no se preocupaba por su imagen. No, era todo lo contrario. Sin duda habia pasado algo alli, algo que se le podría catalogar como... excitante o explicito.
Las sabanas subian y bajaban, como el respirar de alguien. Y claro que lo era, un joven comenzaba a despertar de su lecho de sueño. Cansado hasta los huesos y algo pálido, sin duda fue una noche movida.
—Mmmh—con un tono varonil gruño en la cama de la habitacion, se vio una cabellera verde salir de entre las cobijas. El silencio volvio, aunque habia algo mas en ello
El aire acondicionado era el unico sonido que se podia escuchar tras haber sesado una sesión de sonidos que quedaria a imaginación. Izuku Midoriya parecia no lograr procesar las cosas en su cabeza apesar de tener imagenes borrosas, sus ojos se abrian y cerraban por culpa del solo que atravesaba la ventana de vidrio de la habitación.
¿El Midoriya comenzo su mañana? ¿O quizas era tarde? No lo sabia, no tenia su celular para ver la hora al igual que su alarma no lo desperto. Solo estaba seguro de una cosa
Esta no era su habitación. O asi almenos lo creia.
—Mmh... que... que rayos paso... donde... donde estoy—comenzo a despertar, abrio sus ojos lentamente hasta observar un techo de color gris. Se le hacia familiar
Paso su lengua por sus labios algo secos, tallo sus ojos con sus manos recuperando un poco la vista perdida. Sus grandes ojos verdes se vieron por fin en el rayo de sol de la clase 1-A. El pecoso recostó su cabeza en la almohada en sinonimo de estar confundido, pues no sabia donde estaba.
Senti el cuerpo pesado, sin dud era por sus horas de sueño. No habia otra explicación (mentira).
El color rojo apareció en su cabeza como una jaqueca, se tomo la cabeza con una mano por ello aun recostado. Tenia pequeñas imágenes en su mente junto a una risilla, que lo llevaban a una sola persona
—K-Kurumi—musito el nombre maldito
Ubo un silencio en la habitación, el pecoso suspiraba de forma entrecortada, pasando una mano por su cara. Se sentia extraño y por alguna razon jugado. Y temblaba sin razon aparente (la verdad no)
Izuku se vio el pecho quitando de encima un poco la manta que lo cubria, vio que tenia puesta una de sus clásicas camisas con el estampado "camisa" en japones. El Midoriya tuvo una sonrisa amarga, apreto un puño por lo confundido que estaba. Esa no era su habitación pero no habia nadie con el, tenia la mente en blanco de no saber que creer. Quizas solo se estaba volviendo loco.
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