13 - Volver a ser Perfectos.

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Chris...

Las inquietantes semanas transcurrían con velocidad, era maravilloso entrar a una nueva era, esa era de padres que por tanto tiempo anhelaba junto a ella. Las noches de desvelo, las máximas tres o dos horas de descanso en ambos, nos mantenían ocupados para no pensar en nuestra pérdida.

Regresamos a casa, y aunque pudo y tuvo la oportunidad de revelar la verdad de esta pesadilla, sus labios decidieron mantenerse cerrados matándome aún más.

Nadie se había atrevido a preguntar sobre lo sucedido pero, sabíamos que la duda estaba allí. Nuestra pérdida ni había salido ante el mundo, aún no estábamos listos a pesar de los rumores y preferimos mantenerlo así.

Su cuerpo iba sanando con el pasar de los días, su bellos rostro volvía a brillar, su sonrisa empezaba a ampliarse cada día más y más ante el gozo de su recuperación.

Era maravilloso verla así pero, algo había cambiado entre nosotros, aún que no nos dijéramos nada, sabíamos que ya no seria lo mismo, yo lo sabía.

Todo cambio, más nunca hablamos del tema, no deseo tocarlo, prefirió olvidar lo, como si ese dia nunca hubiera ocurrido, matandome lentamente.

Los múltiples presentes habían llegado a casa, ya habían pasado semanas tras ese parto involuntario -CULPA MIA- y aun habían obsequios por abrir. Éramos agradecidos por ese cariño.

Hoy era un día especial, por primera vez nos entregariamos al mundo, saldríamos como una familia, como esa familia que tanto soñamos.

El vestido blanco con el sutil y elegante escote en la pierna izquierda resaltaba su belleza de mujer y ahora madre, su cabello muy bien peinado dejando en cascada sus mechones, la sonrisa angelical bañado por ese labial en una entonación carmesí.

Creía haber utilizado mis instintos de hombre al tratar de combinar su elegante vestido blanco con una camiseta del mismo color, unos jens de mezclilla opacos y una gorra bostoniana.

Sus manos juntas en su abdomen en un movimiento absurdo y exagerado provocado por sus nervios, veía aquella puerta principal con algo de terror y para ser sincero no era la única.

En un suspiro una de mis manos empuja lentamente la carriola donde teníamos lo necesario para nuestro hijo, los balbuceos inentendibles del bebé en mi brazo llaman su atención a mi acercamiento.

- ¿Lista? - interrogó con ligero miedo.

Su cabeza asiente con pequeño mojin dudoso, sus manos se encargan de tomar por completo la carriola, mis pies se apresuran a la puerta para abrirla y darle el primer paso al exterior.

Noto su agarre en los mangos de la carriola fortalecerse tomando la valentía, y es ahí, como veo la fuerza en ella saliendo de casa, salgo detrás de ella para cerrar la puerta a nuestro atrás.

Nos abrimos paso entre las calles de pacífico vecindario, sin embargo sabíamos a lo que nos estábamos arriesgando. Su bello rostro se alza con suavidad dedicándome una sutil sonrisa a la cual correspondo.

Una que otra persona nos miraba y sabíamos el porqué, decidimos ignorar ello y seguir en nuestra burbuja.

La tarde se volvía amena a nuestros ligeros pasos de armonía, esto era algo que necesitábamos y o lo sabíamos.

El camino nos llevó a un hermoso parque repleto de flores, relajandonos en las bancas sintiendo el cantar de los pájaros, la brisa del aire entre nuestra cabellera.

Su sonrisa se extendía al compás de su sonrisa al ver a nuestro bebé feliz, era un gran brillo después de tanto.

- ¿Estas bien? - su sonrisa disminuye de nuestro bebé en sus brazos para mirarme.

Obscura Obsesión | Chris Evans - TERMINADAWhere stories live. Discover now