El recuerdo pérdido.

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Al regresar a casa tus amigas ya no estaban, estabas completamente sola así que fuiste a tu habitación y te cambiaste de ropa.

Había un silencio en el gran apartamento, te sentías sola y vacía, ese sentimiento continuo y no pudiste evitar soltar algunas lágrimas, no sabías por qué estabas llorando pero no parabas de hacerlo, sentías una gran ola de sentimientos y no podías identificar como sentirte, te dejaste caer en el suelo y abrazaste tus piernas.

Era inevitable pero aún amabas a Izana, comenzaste a dudar y recordaste las palabras de tu madre. No, no querías vivir con un hombre que desde un inicio nunca te eligió, eso no era amor...

Te levantaste y te enredaste en tus sábanas, cerraste los ojos y quedaste completamente dormida.

Entre tú sueño viste a una pequeña niña la cual eras tú, mirabas a tus alrededores mientras caminabas por una calles nevadas, estabas perdida y estabas a punto de llorar cuando un niño de cabello negro se te acerco.

-oye, ¿Estás bien?, ¿estás perdida? -toco tu hombre.

-y-yo quiero volver con mi padre -lagrimas comenzaron a salir de tus ojos.

-¡No llores!, lo pueden mal interpretar y dirán que te golpee -tapo tu boca

-lo siento -secaste tus lágrimas con tu suéter.

-tranquila te ayudaré a buscar a tu padre -tomo tu mano y siguió tus pisadas que aún seguían marcadas en la nieve.

Te sentías segura al tomar la mano de ese pequeño niño.

Llegaron a un parque donde estaban muchas personas en movimiento, era tu mayordomo y tú nana buscándote desesperadamente.

-¡Son ellos! -sonreíste.

-me alegro que lo hayamos encontrado, yo me tengo que ir -dio media vuelta.

Antes de que se fuera tomaste de su muñeca.

-te agradezco que me hayas ayudado, toma esto como un pago por tu amabilidad -te quitaste un brazalete de plata con gemas azules y lo colocaste en su muñeca.

-esto debe ser muy caro yo no podría aceptarlo.

-no tienes por qué preocuparte, regresa con bien a tu casa -le dedicaste una tierna sonrisa.

En ese instante los ojos del niño brillaron, jamás había visto una sonrisa tan encantadora y que te transmitía tantas emociones positivas.

-hasta luego -besaste su mejilla.

-¡Espera!, ¿Cuál es tu nombre? -te detuvo.

-me llamo Alice, ¿Y tú?.

-yo me llamo...

Antes de escuchar su nombre tu alarma sonó, te levantaste y tu cabeza dolía demasiado, fuiste hacía la bañera y llenaste la tina, mientras de llenaba tomaste algo de ropa.

Agregaste jabon de burbujas a la tina y entraste en ella, te relájate y después analizaste el sueño que habías tenido, no podías recordar la cara del niño ni su nombre pero por alguna razón sientes algo inexplicable pensar en el, ¿quién era?.

Suspiraste y saliste de la bañera, te pusiste ropa cómoda y adecuada para ir al apartamento del FBI, hoy era tu primer día y darías todo de ti para ser la mejor.

Al llegar Naoto te estaba esperando en tu ahora oficina.

-nos llegó un caso Alice, tu tienes una profesión en criminología, así que creo que sería lo correcto si tú te encargas de esto -te entrego unos documentos donde venía algo de información.

𝐿𝑎 𝑒𝑠𝑝𝑜𝑠𝑎 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝑚𝑒𝑗𝑜𝑟 𝑎𝑚𝑖𝑔𝑜.Where stories live. Discover now