Capítulo 10: Sacrificio

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KARL

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KARL

Los ruidos se escuchaban lejanos y distorsionados como si estuviese en el fondo del océano. Se preguntó si quizás ese apagón de sensaciones estaba relacionado con la muerte. Mantener los ojos abiertos era pesado pero lo intentó con tal de ubicar donde estaba y quiénes hablaban. Gim apareció y otro hombre de mediana edad con el aspecto de un mago. Luego su consciencia se nubló de nuevo.

Cuando volvió a abrir los ojos, la calidez se había desprendido dejando un vacío donde solía estar. Parpadeó hasta saber que era temprano en la mañana. Afuera se veía un mar en calma y adentro se olía una caldera burbujeando en la cocina.

—Oh, Su Majestad, está despierto —Un hombre apareció desde la cocina secándose las manos con un trapo. Tenía el cabello blanco y cortado en una melena aunque sus rasgos eran jóvenes—. Le ofreciera un desayuno a su altura pero me temo que no tengo ningún talento para las artes culinarias.

—¿Dónde...estoy? —De repente recordó el rostro de Gim angustiado antes de desvanecerse. Se incorporó a penas sobre sus codos y echó un mechón de cabello detrás de la oreja mirando la habitación vacía—, ¿Dónde está Gim?

—Oh, no no hemos presentado propiamente. —Se sentó al filo de la cama con la misma mirada violeta y mágica que tenía el mago Auroro el día de su cumpleaños cuando le regaló aquella caja de galletas de jengibre—. Soy el Mago Antonio. Hermano del Mago Auroro, el creador de Gim.

Karl sostuvo su cabeza que palpitaba con dolor al igual que la herida en su pecho. Intentó buscar un hilo de sentido en esa caldera de sinsentido. 

—¿Estamos en la Isla de la Estrella? —preguntó porque ese era su destino del viaje. Llegar a la isla donde residía el mago que creó a Gim.

—Así es. Anoche Gim vino contigo. Lucía tan preocupado, empapado...y con un hombre inconsciente en sus espaldas que tuve que hacerlo pasar.

Karl observó al mago sin saber qué preguntar primero. Pero la mirada tuvo un efecto adverso en el mago provocando que se pusiera en pie con ademán nervioso.

—¡No me mire así, Su Alteza! Puedo ver lo que está pensando. Como si fuese cómplice de mi hermano para crear a Gim—Su mirada cayó en la herida vendada sobre el pecho de Karl—. Sabía que estaba trabajando un tiempo en la corte como cocinero real pero no lo he visto en más de cinco años. Aún así....me es difícil de creer que él haya sido el culpable directo de esto. Posiblemente alguien de la corte también esté involucrado.

—Bueno, eso es obvio. —dijo Karl con voz ácida.

—Alguien que tuvo acceso a las galletas el día de su cumpleaños. Es lo que pienso.

—Todos estaban allí—Se fue incorporando todavía sintiendo que la habitación estaba nublada. Había dolor—. ¿Dónde está Gim?

—Él se fue. No fue muy específico a dónde. Él sabía que le quedaba poco tiempo así que me dijo que quería ir al mar antes de eso.

La manera correcta de hechizar al príncipe (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora