Pequeños secretos (Kiribaku/ Bakushima)

Amor

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Se miran fijamente a los ojos sin decir nada por un rato.

¿Amor? ¿Esto es a lo que llaman amor?, ¿cómo podríamos saber cuando amamos a alguien?

Kirishima estaba absorto por el momento.

—Te amo — volvió a pronunciar en un susurro apacible. ¿Cómo pueden unos finos labios de los que suelen salir insultos crueles, pronunciar aquellas palabras tan emotivas? —Mierda, no hace falta que me respondas, pero deja de poner esa cara de idiota—Eijiro responde al último comentario con una leve sonrisa.

—Bakugou, ¿estás confesando tu amor por mi?—aprieta sus piernas juntándolas, dado que seguía sin ropa interior. Toma la mano contraria mientras suspira levemente por los nervios.

"No sé qué acaba de pasar"

—Eres un idiota.—le mira esperando una respuesta.—No voy a repetirlo aunque lo supliques.

—Yo también te am—de pronto quedan a oscuras, se había ido la luz. De golpe su respiración comienza a agitarse—¿Qué fue eso?, ¿por qué no hay luz?—se incorpora quedando sentado.

Algodón se queda en la cama sin siquiera inmutarse.

—Mierda.— se levanta de la cama y toma su celular encendiendo la linterna para dejarlo sobre la mesilla de noche. Mira al pelirrojo quien parecía estar teniendo un ataque de ansiedad, aunque no podía afirmarlo a ciencia cierta. Se acerca a él, quedando a su lado sobre la cama y le abraza —Pronto volverá la luz, seguro fue apagón general. Últimamente suele pasar por esta zona.— Kirishima no dijo nada, solo correspondió el abrazado intentando disipar sus temores. — Deberíamos dormir ya.— le mira—La electricidad habrá vuelto para cuando te despiertes.—con una mano los cubre con una manta, de esas peludas y suaves. Ambos se habían olvidado que el contrario estaba medio desnudo.—Kirishima, mírame. — sus rostros estaban cerca el uno del otro. Nota que el pelirrojo no le hace caso.—Ahora ya no tienes porqué temer, hay suficiente claridad para que puedas ver la habitación.—hace una pausa más larga —Idiota,¿puedes mirarme?

—No es. . .— hace una breve pausa para tragar saliva y abre los ojos.—No es por ver o no, no se trata eso.—sentía la respiración contraria chocar contra su rostro—Es por los recuerdos que me trae.—suspira pesadamente y se gira quedando boca arriba.—Tal vez sea una tontería. Siento que estoy exagerando todo; llevándolo al extremo como si fuera el único en el mundo al que le pasan estas cosas.— esboza una sonrisa leve. Solo quería sentirse mejor.—Me hace gracia que por unos momentos creí que todo nos saldría bien, pero la verdad es que arruiné todo con tus padres, hice que te preocuparas por nada, te hice quedar en ridículo en clase y para colmo ni siquiera estoy siendo un buen novio.— gira levemente su rostro para mirar al rubio ceniza.—No te estoy dando mi plena atención y ya no hemos tenido más citas a solas. Lo siento, Bakugou.— estaba más serio que antes.

—¿Qué mierda estás diciendo, ah?—se apoya sobre sus codos sobre la cama para levantar levemente su torso—Ya te dije que no tienes la maldita culpa de nada, ¿no lo entiendes? Lo que te sucedió pasó porque en este mundo hay personas de mierda, miserables, que su único objetivo en la vida es joder a los demás, a los que son felices y buenos, como tú.—le mira fijamente a los ojos y nota que el contrario evitaba su mirada—Eijiro.— pronuncia su nombre mientras queda sentado, nota que captó su atención—La verdad es que soy yo el que es egoísta contigo, soy yo quien—suspira haciendo una breve pausa—te dice cosas horribles. Créeme, me doy cuenta, aunque ya es muy tarde para cuando lo noto.—miraba sus manos—Admito que no tengo paciencia, yo solo quiero que olvides a ese malnacido para que vuelvas a sonreír como antes, aunque ya no sé qué pensar porque—le mira—las sonrisas de antes también eran falsas,¿no?—guarda silencio unos instantes—Sea como sea, quiero que tú y yo formemos algo juntos, joder.—le sigue mirando.