Princess Andromeda | PJO

Prologo

Había una mujer recostada en el césped de un inmenso jardín que era parte de un gran castillo, era hermoso, el gran jardín del castillo llegaba a una parte en donde el pasto se perdía entre la arena que daba paso al mar de agua azul cristalina.

Era un lugar tan perfecto como la mujer que estaba recostada en el césped mirando al cielo en donde un dragón de escamas grises y verdes jugaba entre las nubes, la mujer era hermosa, tenia pecas que podías ver todos los lugares que su vestimenta no cubría y el cabello rizado que parecía llegarle a la cadera, los ojos de color verde que curiosamente tenían un punto gris en el iris, casi imitando los todos de las estacas del dragón.

Llevaba un vestido cafe que le llegaba hasta las rodillas con un correr verde oscuro y mangas acampanadas, la mujer parecía salida de un cuento de hadas, toda la imagen parecía salida de un cuento de hadas.

No pasó mucho tiempo cuando el dragón comenzó a descender dejando escuchar la risa de la que parecía ser una niña pequeña.

En cuanto el dragón tocó el sueño con sus patas extendió su ala y una niña de unos cuatro años se resbaló hasta el suelo por esta.

—Grazie Trix—dijo la niña al dragon y dejo un beso en su nariz antes de salir corriendo a los brazos de la mujer quien la esperaba

El dragón no esperó más para salir volando de nuevo hacia las nubes cuando vio que la niña ya estaba con su madre.

—Mami—la llamo la niña cuando la mayor la tomó en brazos—, ¿Cuando llega mami Missy?—preguntó la niña apoyando su cabeza en el hombro de su madre

—No lo se linda, pero no debe de tardar—le sonrió dejando un beso en su sien

Ambas entraron al castillo juntas y ahí estaba una mujer pelirroja que vestía una cazadora con unos vaqueros y una botas de caza.

La mujer sonrió en grande al ver a sus chicas, su hija y su esposa.

—¡Mami Missy!—gritó la niña emocionada al ver a su otra madre

En ese momento todo cambiaba, el castillo ahora se miraba demasiado lejano y la luz del sol había sido sustituida por la tenue luz de la luna.

El lugar era un desastre había fuego por todos lados hombres y mujeres luchaban contra personas vestidas completamente de negro.

Gritos de agonía se escuchaban tanto lejos como cerca.

Esta vez la mujer de cabello castaño ya no llevaba un vestido, esta vez portaba una armadura color plata y corría con su hija en brazos alejándose de la batalla mientras buscaba a su dragón.

—¡Trix!—llamó a la dragona que lanzaba fuego por su boca intentando proteger al reino del ataque—, llévala lejos, sabes a donde llevarla—la dragona se veía reacia a acatar la orden de su reina, pues su deber era protegerla con su vida—, por favor, te lo suplico sácala de aquí