He not me [rivari] 2.0

004

1 semana después.

Siete días habían pasado desde aquel encuentro entre ambas chicas, todo había a la normalidad, bueno al menos para Ari.

Rivers llevaba toda la semana insistiendo en saber que había sucedido aquel sábado, sin embargo, Ari siempre decía no recordarlo.

"Tal vez fue un simple beso, Rivers. Ya olvídalo." Fue lo más cercano que obtuvo a una respuesta.

Claro, para Ari tan solo era un simple beso.

Pero para Rivers no.

El simple echo de que la Ari haya sido la primera mujer a la que beso se le hacía extrañamente cómodo, aún así eso no restaba que técnicamente Ari había sido su primer beso.

No era como que Rivers anduviera por ahí besando a sus amigas u otras personas. En realidad en su vida solo había besado a un chico en su segundo año de universidad, José Felix.

Un chico de cabello castaño y ojos cafés oscuros, casi negros. Alto y de un humor excelente, terminaron tras poco tiempo de relación por distintos temas.

Fuera de él jamás había besado a nadie más, no hasta Ari. Así que realmente Rivers era completamente inexperta en esas cosas.

—Rivis— llamo la castaña con una pequeña sonrisa

La más baja apartó la mirada de su celular para dedicarle su atención a la chica a su lado.

—Arin Gemplei— respondió acomodándose sobre el sillón en el que estaban.

—¿Me acompañas al centro comercial?— preguntó con un pequeño puchero.

Rivers rodó los ojos.

—Ya que— dijo con tono burlón.

Ari la miró indignada.

—¿Apoco si pinche pendeja?— cuestionó con mirada desafiante.

La rubia se echó a reír.

—No te enojes— pidió entre risas mirando a la castaña.

Ari negó.

—Solo te voy a perdonar si me das un besito aquí— expusó señalando su mejilla derecha.

La rubia se sonrojó.

—Ayuda— murmuró antes de dirigir sus labios a la mejilla de la castaña. —Si te acompañaré, Arin— añadió al separarse. Ari sonrió. —Avísame a que hora, ¿va?

Ari negó.

—Quédate, Rivis. Juanito llega hasta mañana, así que supongo que puedes quedarte...— murmuró la castaña.

Rivers sonrió levemente.

—¿Quieres que me quedé?— cuestionó con burla.

Ari asintió con un pequeño sonrojo.