Todo a su tiempo

14|Capitulo

Me despierto con un terrible dolor de cabeza,abro mis ojos lentamente hasta ver,que no estoy en mi cuarto.

Me paro de pie rápidamente y cojo mi móvil.

6:30 las clases comenzarán a las ocho.

Miro todo el cuarto,incluso hay un baño y un enorme vestidor. Me dirijo hacia la puerta donde intento abrirla, imposible,está cerrada. Gritó durante unos minutos hasta que escucho la cerradura de la puerta,mi cuerpo reacciona tirándome encima de la persona,de mi bolsillo saco una pequeña navaja,siempre tienes que estar segura.

Tiro al hombre al suelo,pongo la navaja en su cuello.

-¿Estas loca?-Pregunta Eidan.-Solo te quería despertar.

Enfoco un poco mi mirada para ver qué si es el,de todos modos,no quito la navaja.

-Dónde estoy?-No contesta.-Dónde mierda estoy Eidan?

En un rápido movimiento me quita la navaja.

-Estas en mi casa.-Me levanto de encima de él.

Repite mi gesto levantándose.

-¿Qué hago aquí? ¿Como me trajiste?-Pregunta nerviosa.

-Ahora,me perteneces.-Toca de nuevo mi mejilla con delicadeza pero quito su mano.-Estas aquí,porque es más seguro,y te trajeron mis hombres.

-Estas loco?

-Me han dicho cosas peores,cariño,pero,si crees que lo estoy,está bien.

-No me llames cariño,tengo novio.

-Pronto no tendrás,tu misma me dijiste que no lo amas.

-Lo hice?-Pregunto nerviosa.

Da una sonrisa tuerta antes de querer irse.

-Vistete,te llevaré a tus clases,dile a tus amigos que soy tu guardaespaldas o algo así.-Dice antes de cerrar la puerta.

Quiero analizar lo que me está pasando.

Estoy en una casa de un desconocido, supuestamente soy un intercambio temporal por dinero de mis padres,y un tal Eidan,que por su acento diría que alemán,me quiere para el solo.
Estoy en su casa,su territorio,ahora soy un simple títere. Genial.
Me dirijo al enorme vestidor, genial,no hay nada de mi estilo. Cojo unos tirantes junto a unos pantalones anchos.
Abro la puerta que por suerte,ya no tiene seguro. Bajo las escaleras sin rumbo hasta llegar a una enorme sala.

-Toma asiento.-Dice Eidan.

Hago caso dirigiendome hacia la mesa,donde hay un desayuno.

Tomamos asiento y empezamos a comer en silencio.

-Mira Liv. Creo que empezamos por el pie izquierdo. Que tal si nos conocemos?

Una lágrima cae de mi,en lo único que pienso,es que mis padres me vendieron por así decir.

Se levanta de la mesa hasta acercarse a mi,con su dedo limpia mi lágrima.

-Presentemonos.-Dice alejándose hacia su asiento.

Me quedo en completo silencio.

-Creo que mi nombre ya te lo sabes. Te estaré acompañando a tus clases,no en todas,pero en muchas,alfin y al cabo,ahora soy un estudiante en tu bachiller.

Alfin decido hablar.

-Mi nombre es Liv,tengo diecisiete,aún que seguro lo sabes. Y quiero volver a mi casa.

-Si eso quieres,no hay problema,solo,que te estaré viendo de cerca.

-Pero yo no quiero que hagas eso,arruinaras mi relación.