Capítulo XII. El Miedo De Metatrón.

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Metatrón trató de parecer tranquilo frente a cada ser celestial que lo miraba de forma extraña sorprendidos al escuchar los gritos del gran jefe del cielo.

El arcángel Michael lo inspeccionaba cuidadosamente sin parecer que lo hacía, tenía esa sonrisa con la que todo el mundo pensaría que estaba lista para obedecer sin cuestionar las órdenes de Metatrón, pero la realidad era muy diferente, dentro de sí, este arcángel tenía sentimientos bastante negativos y firmes hacía este ser celestial. El cielo solía creer que odiaba a Aziraphale por haberle quitado el puesto que durante la ausencia de Gabriel había ya ejercido, pues parecía estar más preocupada por dar órdenes y que los seres celestiales la obedecieran y la respetaran a encontrar a Gabriel y llevarlo de vuelta al cielo, pero la realidad no podía ser más diferente.

Michael no odiaba a Aziraphale, este le parecía patético, traidor e insignificante, a quien realmente despreciaba era a Metatrón. Lo odiaba con toda su fuerza.

Se suponía que los ángeles no conocían los sentimientos negativos pero el arcángel Michael ya estaba muy lejos de eso. Bien podría pasar por un demonio, bajar al infierno a saludar a Shax cuando quisiera y nadie se daría cuenta de que provenía 'del otro lugar'.

El arcángel Michael escuchaba a los seres celestiales murmurar mientras Metatrón hablaba con Uriel bastante alejados de todos los demás, y a juzgar por su expresión estaba totalmente desesperado.

'Te estás ahogando', pensaba.

Metatrón podía ser la voz de Dios, pero Michael había dejado de sentir respeto por él desde hacía meses. Podría decirse que incluso llegaba a sentir algo de nauseas.

Michael se encontraba a mitad del camino, entre los seres celestiales y Metatrón con Uriel. El anciano respiró profundamente cuando el arcángel Uriel negaba con la cabeza y levantaba las manos. Metatrón se giró hacía Michael y le hizo una seña para que se acercara a él.

- Dígame - dijo Michael con una sonrisa en los labios.

- ¿Dónde está Aziraphale? - dijo con la mandíbula ligeramente apretada sin apartar la mirada de Uriel. El rostro del arcángel Uriel denotaba que se sentía acorralada, parecía nerviosa y buscaba en el rostro del arcángel Michael ayuda desesperadamente. Michael le sonreía a Uriel, esa sonrisa que le decía que podía joderse sola. Uriel lo entendió al instante.

- Lo buscaré de inmediato - respondía el arcángel Uriel a Metatrón mientras luchaba por no tartamudear. Sin éxito.

- Quiero que me digas en donde esta - insistió Metatrón ignorando la respuesta del arcángel frente a él. Uriel se preguntaba si se debía a su puesto tan alto que no aceptaba que alguien no pudiera darle una respuesta perfecta, sin embargo, Michael solo notaba la desesperación en la voz y el lenguaje corporal de Metatrón, le repudiaba la razón que, por cierto, conocía demasiado bien.

Uriel no sabía que decir, se empezaba a bloquear por lo intimidante que su jefe le resultaba. De hecho, le resultaba intimidante a todos en el cielo. Al notar que no sacaría nada de información útil en Uriel, Metatrón rodó los ojos.

- Michael, ¿tú sabes en dónde está? - preguntó Metatrón mirándola fijamente. La verdad era que no esperaba que Michael supiera algo, pero estaba tan acostumbrado a observar a todos con cuidado para asegurarse la veracidad de sus palabras que no pudo evitar aplicar la misma mirada en ella también.

- Si, lo sé - dijo Michael sonriendo con un aire de superioridad. Uriel la miró con odio, pues sabía dónde estaba Aziraphale y dejó que el gran jefe la torturara hasta que la había hecho tartamudear y después había logrado que se bloqueara por completo, en cuanto a Metatrón, este trató de contener una mirada de sorpresa y emoción, solo le tomó un segundo en lograrlo. - está en la tierra.

Dios No [#IneffableHusbands]Where stories live. Discover now