PRÓLOGO

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Era una noche fría, las bestias acechaban a Helen, ella se aferraba a su alforja. "Sabía que no debía haber aceptado esta misión sin defensa, soy una estúpida". Poco a poco se acercaban más, ella sin pensarlo, se fue corriendo de allí, misión fallida.

Volvía a la posada con las manos vacías. Otra vez se reirían de ella por no traer nada a la posada. Odiaba que se rían de ella.

-¿Otra vez sin nada Helen? Así no subirás de nivel nada, -Era un draconiano, de los de nivel D, a veces se le respetaba, pero es el claro ejemplo de alguien sin sentido- la próxima vez búscate un trabajo en condiciones.

-Mira dragón de los cojones, mejor vete a tomar viento y volar, ¿Sí?

Siempre insultaba a quién se le acercaba, no es que fuera una persona muy amable, pero había razones.

Miro el tablón de misiones, no había muchas misiones que le llamaran la atención, siempre buscaba alguna con una jugosa recompensa para quitarse de la pobreza, no soportaba pedir dinero como una mugrienta. De repente vio una misión que le llamo la atención:

NOCHE DE DESEOS: De 19:00 a las 24:00. ¡Sin faltas!

En ese instante un pensamiento le recorrió en la cabeza de Helen, "¿Cuanto valdrán esos deseos de los que tanto hablan? No pasaría nada por robar algunos, decidido, iré". Arrancó el papel del tablón de misiones. Antes de escuchar de fondo decir al Draconiano "No tiene solución esta niña...", la voz se hacía más diminuta mientras Helen iba alejándose de esa posada, no entendía ella por qué le insultaban o se metían con ella solo para no conseguir misiones. cuando ellos son hasta un nivel inferior.

                         Sin saber como, la vida de Helen cambiará poco a poco

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