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𝟏𝟕

JUNGKOOK

Me dispuse a terminar detalles de ese encuentro sin saber que sería un evento importante y decisivo en mi vida y la de Yeseol. Sin embargo, como buen paranoico y hombre de negocios, tenía preparado un plan b en caso de que las cosas volviesen a salir mal.

Por eso Seokjin me miraba con absoluto terror y negaba, nada de acuerdo con mi idea.

—No voy a firmar eso, no digas mierdas.

Se levantó de su lugar y caminó por toda la oficina, dejé el papel sobre la mesa de centro con Namjoon observando la escena en total silencio y esperé que fuese oportuno hablar.

—Jin, sabes que he tenido muchas ideas a lo largo de mi vida y que he cambiado de opinión tantas veces respecto a mis deseos que...

—Si, por lo mismo te digo que no voy a firmar esa mierda. No tengo la capacidad que tú tienes para manejar una puta isla— asegura, volviendo a sentarse— además, no vas a morirte, idiota, nadie puede matar a Jeon Jungkook.

—Habrá alguien que podrá hacerlo y en caso de que ese alguien sea el filipino, quiero tener la tranquilidad de que todo queda en perfecto estado gracias a mi mano derecha— le sonrío— mi familia tiene el poder sobre el resto del país, por lo menos, me gustaría que Jeju siendo tan importante para mí, lo cuides tú— me observa con odio profundo— vamos, tu esposa decía que quería que te diera un ascenso.

Namjoon suelta una carcajada.

—¡Pero no así, idiota!

—¡Firma el puto papel!— lo toma, bufando—Es una orden, hazlo o te doy un jodido tiro entre ambas cejas.

—Solo si este zoquete me ayuda.

La diversión abandona el rostro de Namjoon, quien lo apunta con un dedo.

—Si pudiera, te pondría una bomba en el culo.

—Para eso le llamé, relájate— ahora tengo a dos indignados en frente mío, suspiro— estoy cansado y quiero paz, chicos.

—Solo eso me falta, que te suicides.

Ruedo los ojos, negando, no podría matarme aunque quisiera, ahora que tengo a Yess de nuevo a mi lado, mis prioridades volvieron a cambiar, a ser las mismas de años atrás.

Darle la tranquilidad y hogar solo para ambos que le prometí. Aunque se escucha muy lejano ese propósito.

—¿Todo esto...? ¿Tiene algo que ver tu esposa y Jisoo en todo esto?

Le doy mi atención a Namjoon.

—Yo sé que piensas que todo lo hago por Yeseol. Y estás en lo cierto, pero no hablaremos de eso, solo diré que estoy siendo precavido, nada más.

—Claro, abiertamente he expresado mi opinión acerca de su tóxica y nada sana relación que el futuro simplemente no desea.

—Nam, no.

—Creéme cuando te digo que no me importa lo que el destino quiera, yo lo voy a forzar todo lo que me toque— es mi respuesta— incluso si ella no es para mí, yo decidí que lo es y ya, es todo.

—Bueno, es tu vida, tu problema.

Le extiendo la hoja, la lee y firma, un asunto menos.

Tic tac, el reloj corre con más velocidad.

Tres días antes de la reunión.