Después de un rato habían llegado a la casa de uno de los tantos amigos de Haechan, desde su puesto Renjun pudo ver como de la casa salían dos chicos con sus respectivas cosas, quienes venían directamente a su dirección.
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—Oye Hae, ¿Acaso crees que cuatro personas entraran aquí atrás?
Le pregunto un Renjun confundido teniendo que inclinarse un poco para meterse entre los dos asientos delanteros.
—Por si no te has dado cuenta, aquí apenas y entramos tres personas.
El chico que conducía el auto de Mark dejo de mirar su teléfono para girarse y estorbarle una gran sonrisa al mayor.
—De hecho, alguno de ustedes tendrá que sentarse en las piernas de alguien. —Comentó bien tranqui quitándole el seguro a las puertas del auto— Puedes sentarte en las piernas de Jeno, a él no le molesta. ¿No es así Jenito?
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