Capítulo 6: ¿Eres mi hermano?

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Aramis se quedó paralizada por la respuesta ambigua del hombre. Sus ojos se encontraron en un tenso silencio, lleno de preguntas sin respuesta. La incertidumbre se apoderaba de su corazón mientras esperaba una confirmación o negación a su interrogante.


Sin embargo, el hombre simplemente apartó la mirada, evitando dar una respuesta directa. En su lugar, pronunció palabras que resonaron en los oídos de Aramis como un eco inquietante."Aramis, has tardado demasiado en encontrarme. Sígueme, iremos a un lugar seguro donde podrás recuperarte y comer algo. Allí, tus respuestas serán dadas", dijo el hombre en tono enigmático.


La confusión se mezclaba con la esperanza en el interior de Aramis. A pesar de que la identidad del hombre seguía siendo un misterio, parecía tener las respuestas que tanto ansiaba. No podía ignorar la oportunidad de descubrir la verdad sobre su pasado y su posible parentesco.Aramis asintió, aceptando la propuesta del hombre sin pronunciar una palabra. Ambos comenzaron a caminar en dirección a un lugar seguro, lejos de la amenaza constante del Bosque del Dragón Celdris. El trayecto transcurrió en silencio, con la tensión flotando en el aire como una niebla densa.


Finalmente, llegaron a un refugio oculto en las profundidades de un valle apartado. El hombre condujo a Aramis hacia el interior, donde pudo descansar y recuperarse de las heridas y el agotamiento acumulados durante su largo viaje.


Mientras Aramis se alimentaba y recobraba fuerzas, el hombre permanecía en silencio, observándola con una mirada intensa y penetrante. Era como si quisiera descifrar cada aspecto de su ser, en busca de alguna conexión que confirmara o refutara sus sospechas.


Finalmente, después de un largo periodo de silencio, el hombre habló con una voz profunda y pausada. "Aramis, has recorrido un largo camino para encontrarme. Ahora, es momento de revelarte la verdad que tanto anhelas. Pero debes estar preparada, pues las respuestas que recibirás podrían cambiar tu vida para siempre".


Aramis asintió con determinación, sintiendo un nudo de expectación en su estómago. Estaba lista para enfrentar la verdad, sin importar cuán dolorosa o impactante pudiera ser. Su corazón anhelaba encontrar a su hermano perdido, pero también temía las consecuencias de tal descubrimiento.


El hombre continuó, compartiendo detalles que sacudieron los cimientos de la realidad de Aramis. Cada palabra resonaba en su mente, mientras intentaba asimilar la magnitud de lo que se le revelaba.


Aramis escuchó atentamente las palabras del hombre, sintiendo cómo su corazón se aceleraba con cada revelación. Con manos temblorosas, el misterioso hombre se quitó la máscara, revelando su rostro sereno pero cansado.


"No, Aramis, no soy tu hermano", confesó con sinceridad. "Pero él es mi gran amigo y compañero. Hace mucho tiempo que perdí su rastro, pero ahora no es lo más importante. Lo que importa es que no hay tiempo que perder. Debemos ir donde nuestro maestro, el Dragón Celdris, quien está atrapado en forma humana. Él tiene las respuestas que has estado buscando".


La sorpresa inundó los ojos de Aramis al escuchar estas palabras. Aunque no había encontrado a su hermano, la perspectiva de conocer a su maestro y obtener las respuestas que ansiaba era igualmente intrigante. La urgencia en la voz del hombre dejaba claro que había asuntos importantes que debían abordarse sin demora.

ARAMISWhere stories live. Discover now