"𝙇𝙖 𝙛𝙖𝙢𝙞𝙡𝙞𝙖 𝙥𝙚𝙧𝙛𝙚𝙘𝙩𝙖"

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—Tom Kaulitz.

Abrí los ojos sintiéndome completamente adolorido, me dolía la cabeza, el cuerpo y el hombro. Una luz me deslumbró y me tapé con cuidado para no lastimarme y me di cuenta de que estaba en el hospital.

Estaba solo, no encontraba a Bill por ninguna parte, lo cual me alteró. No recordaba nada de lo que pasó la noche anterior y tenía miedo de perder a mi hermano.

—¡Bill! —grité y empecé a moverme tratando de bajar de la camilla, pero cada movimiento me generaba dolor— ¡Bill!—

No obtuve ninguna respuesta y empecé a alterarme aún más. Mi hermanito pequeño estaba solo por ahí y podía pasarle cualquier cosa en esta ciudad.

Todo esto era culpa mía, debí llevarnos a otro lugar en vez de quedarnos en esta ciudad maldita.

—Oye, despertaste —la voz conocida resonó en la habitación. Era la chica de la tienda, pero ¿qué hace ella aquí?

—¿Perdona? ¿Qué haces aquí? —la miré de arriba a abajo.

—Yo te traje al hospital, tu hermano me pidió ayuda y logré llegar a tiempo—una cálida sonrisa se formó en su rostro.

—¿M-mi hermano? ¿Dónde está? —hablé alto y la chica se acercó a mí— ¡Dime dónde está!

—Tranquilo, no hagas mucho esfuerzo o te vas a lastimar. Bill está bien, las enfermeras lo llevaron a una habitación, está descansando —asintió con la cabeza e intentó tomar mi mano, pero me alejé.

¿Cómo podría confiar en una completa extraña? Bueno, no lo es completamente pero lo es así que no sabía si confiar en ella. Llamar a la policía tampoco era una opción, por mi padre.

—Quiero verlo —ordené, pero ella negó con la cabeza— Es mi hermano, así que tengo derecho a verlo.

—Sí, lo sé, pero estás mal. Apenas puedes moverte, así que cuando te recuperes lo verás y lo voy a traer. Estaba muy preocupado y recién pudo dormir. No quiero que vea a su hermano en este estado —me miró directo a los ojos, como si la conociera de toda la vida y con un acento seguro y firme ,como si me estuviese regañando de alguna forma.

Posiblemente en algún momento mi estrés llegaría a su límite, pero cuando me hablaba se sentía como un regaño pero aún así me daba paz, como si todo estuviera bien,controlado.

Estuve en el hospital un par de veces cuando era bebé, así que comprendía por qué a la gente no le gustaba. Era aburrido, se escuchaban personas hablando fuerte y bebés llorando, algo que no me agradaba en absoluto.

Empezaba a sentirme encerrado, asfixiado y ya quería salir. Quería ver a mi hermano y llevarlo a un lugar seguro, verlo sonreír y escucharlo hablar sobre hadas.

Me daba cuenta de lo importante que era él para mí y sin duda, si él no estuviera aquí, estaría perdido. Tal vez incluso muerto. Él era mi salvación, mi todo, y tenía que protegerlo de todo peligro, incluso si eso significaba dar mi vida por él.

—Quiero irme de aquí, ya no aguanto —suspiré.

—Solo han pasado 3 horas y de verdad me estás sacando la rabia. Estás herido en el hombro y claramente te duele todo, así que tienes que recuperarte —la chica se levantó y se sentó en la camilla, mirándome a los ojos— Tienes que aguantar un poco más, al menos hasta que te digan qué tienes, al menos por tu hermano. ¿No crees?me dijo con una voz cálida pero firme.

—¿Por qué nos ayudas? Y cómo es que llegaste hasta este lugar, digo, sé que nos conocemos de la tienda, pero eso queda al otro lado —

—Sabes, hace tres años perdí a mi hermana menor. Era mi mejor amiga y al ver a Billy, me hizo recordar a ella. Estaba tan asustado y desesperado que sentí que podía con cualquier cosa con tal de sentir que estaba con ella. Creo que en un momento vi a mi hermanita pidiéndome ayuda.

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⏰ Last updated: Oct 13, 2023 ⏰

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𝙏𝙤𝙙𝙤 𝙥𝙤𝙧 𝙩𝙞. ;𝑇𝑜𝑚 𝑎𝑛𝑑 𝐵𝑖𝑙𝑙 𝐾𝑎𝑢𝑙𝑖𝑡𝑧Where stories live. Discover now