¡Ella ya Esta Casada, Señor!

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Capítulo 76

Danilo hizo caso omiso de las expresiones de todos y levantó la barbilla hacia el ejecutivo que estaba haciendo la presentación en ese momento.

A continuación, el ejecutivo informó sobre la situación de los ingresos, pero aún mantuvo algo oculto, preocupado de que Rocío pudiera intentar robar la información.

Rocío, al ver esto, no pudo interrumpirle más y entonces se sentó al lado de Danilo.

No fue sino hasta el final de la reunión que Rocío finalmente reunió el coraje y decidió preguntarle a Danilo: "¿Por qué me dejaste participar en la reunión?".

Danilo bajó la cabeza para mirar a Rocío, que era una cabeza más baja que él, y respondió amablemente: "Parece que estabas emocionada por eso, así que estaba feliz de dejarte unir".

Rocío se quedó desconcertada por un momento, al no haber anticipado que esa sería la causa.

"¿No te importa que le cuente al Grupo Nadal sobre los secretos comerciales de negocios del Grupo García?".

"Todos son números sin importancia, y..."

Danilo hizo una pausa por un momento y de repente sonrió. "Creo en ti, no lo dudes".

Su sonrisa no era diferente a la anterior, limpia, clara y casi inocente.

Era como si todavía fuera Luis, no Danilo, que le había roto su corazón artificial con los dos pies.

"Señorita Santana, prepárese. Acompáñeme a una cena esta noche".

Rocío se recuperó de su aturdimiento. "¿Una cena, solo los dos?".

Danilo asintió, "Necesito una acompañante para la cena organizado por la Familia Walker. ¿Sería tan amable de acompañarme, señorita Santana?".

¿Un asistente privado tiene la responsabilidad de actuar como acompañante femenina de manera temporal, así funciona este trabajo?

La Familia Walker podría considerarse rica, pero no eran particularmente lo más prominentes.

Sebastián no debería participar.

Rocío lo pensó y asintió.

Una vez terminada la licitación, Danilo regresaría inmediatamente a la capital.

Sólo tenía que soportar por un tiempo y luego todo volvería a la normalidad.

Acompañando al CEO de Grupo García a la tena, tenía que asegurarse de que su atuendo fuera el adecuado para la ocasión.

Danilo no aceptó un no por respuesta y la llevó directamente al Centro Comercial Bahía Azul de Andalucía.

Ella y Susan habían intentado visitar previamente este centro comercial y querían entrar y echar un vistazo. Al verlas como vestían ambas, no se les permitió entrar de inmediato.

Solo aquellos que eran ricos o tenían gustos caros podían entrar y salir de este lugar, donde todos los productos eran de la más alta calidad, elaborados por reconocidos diseñadores franceses e italianos.

Danilo, sin pestañear, le regaló un vestido largo de alta costura, un par de zapatos de cristal hechos a mano y un juego completo de maquillaje tan pronto como llegó.

Patricio, que estaba de pie, se sorprendió al ver a Danilo dispuesto a desprenderse de miles de dólares por una mujer, estaba con los ojos muy abiertos por la incredulidad.

Rocío, aguantando las miradas de cuchillo de Patricio, se quejaba para sus adentros de que mañana tendría que pagar la entrega.

Después de que el personal la ayudó a cambiarse el maquillaje, abrió la cortina con un suspiro.