Imagina que te has ligado un novio, luego este cabrón te abandona dejandote embarazada y a tu suerte en algún lugar de los Estados Unidos. Eso le paso a Laura.
Después de una serie de enredos y conocer a una exitosa diseñadora que busca vengarse del...
Las revistas más importantes en sus portadas anunciaban la noticia del momento...
La gran y destacada diseñadora de moda, Rina Read se había quedado plantada en el altar.
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Una notica como esta hizo que entre conocidos y desconocidos hicieran sus propias conclusiones. La burla y la risa eran de esperarse. No por nada, aunque talentosa era más bien conocida por sus caprichos, a eso le agregas la prepotencia y descaro al menospreciar el trabajo de sus colegas, daba el resultado perfecto para regresarle un poco de lo que ella cosecho con su arrogante comportamiento.
Aquellos a los que alguna vez ofendió no dudaron en postear en las redes la humillante noticia con sus propios detalles. La cual fue considerada por muchos como el preámbulo de la derrota de esta diseñadora.
Ahora bien, esa tarde no solo la boda era el evento importante, sino se esperaba una gran alianza entre empresas y a tan solo una hora de haber ocurrido el desafortunado hecho principal, poco a poco, la verdad se asomaba para deleite de la prensa en la exclusiva que darían los sirvientes que en esa madrugada escucharon y presenciaron el escándalo que la pareja protagonizo a solo un par de horas antes de ese magnifico momento.
Rina quien era conocida por cuidar su aspecto y reputación; nunca permitía que las personas se le acercaran demasiado, por ello, noticias como estas eran deleitadas por sus rivales.
A causa de su carrera solo congeniaba lo necesario con la prensa y tambien solo si tenian la suerte de encontrarla de buen humor dejaba que sus compañeros le abordaran, aunque la simpatía fingida se asomaba entre dientes; todo era necesario para mantener su popularidad y claro que los ceros aumentaban su interés en la gente cuando de reconocimientos se trataba.
Si quería algo lo obtenía, pero en el amor siempre fue sincera, anhelaba casarse porque amaba a Evan.
Si bien era cierto que entre ellos existía un matrimonio arreglado, su amor a este hombre conquistaba cada centímetro de su ambicioso corazón.
Ahora la exclusiva de lo acontecido esa madrugada era transmitida en directo por la voz de lo que relataban descaradamente dos empleadas supuestamente leales al servicio principal de la mansión Read.
Esa madrugada.
En medio del silencio, la voz de Rina era tan fría como siempre.
Detrás de la puerta una mujer vestida de uniforme negro del servicio principal, se movía de un lado a otro buscando escuchar mejor aquella discusión privada.
−Ah... ese tema,− hablo mientras hizo una pausa para tragar saliva, su mirada se dirigía a la ventana, mientras las estrellas brillaban desapareciendo lentamente entre la luz del horizonte, −sigues con eso...− dijo con burla y luego volteo a verlo con arrogancia, como pensando en algo que le provocaba risa pero a la vez miedo; después dirigió de regreso su vista a la ventana, "¿era este el hombre que amaba?, el mismo al que le entregaría su vida" se preguntaba mientras la calma se perdía al imaginarse sola.
