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Pov Tn

-Entonces dime, Tn. Como vas con la escuela? -preguntó la psicóloga.

-Estuvo bien. Pero usted sabe que no logro concentrarme en los números. Son muy complicados, y aún peor con... -paré- usted me entiende, no?

-Entiendo, señorita. No es fácil trabajar con números cuando se tien-

La detuve

-Por favor, no lo diga

-Tn, sé que es complicado aceptar esta situación. Pero mírale el lado bueno. Se te complican los números, pero eres una prodigio en la literatura y la cocina. -dijo tratando de animarme-

-Eso no tiene nada que ver, señora Choi. Lo que necesito es trabajar con números, no con libros o comida.

-Me refiero a que te enfoques en tus cualidades, Tn. El cerebro trabaja de esa forma. Si te mantienes positiva, tu cerebro trabajará mejor y podrás hacer esos ejercicios matemáticos con gran facilidad. Sin embargo, si te enfocas en lo negativo, es obvio que no podrás hacer nada ya que estarás empeñada en que es muy difícil o que no eres capaz de hacerlo.

-Es más fácil decirlo que hacerlo, señora Choi.

-Pero si lo haces, tendrás un mejor resultado. A diferencia que si solo lo dices -contraatacó.

Suspiré

-Tiene razón. Dios, por qué toda esta situación es tan difícil?

Ya estaba estresada.

-No te preocupes, Tn. Esto tiene solución. Solo es cuestión de educar a tu cerebro.

-Pero qué pasa si mi cerebro no quiere ser educado?

Esto en serio me está superando.

-Lo lograrás. Estoy segura, señorita Kim.

Sonrió

En eso, tocaron la puerta.

-Disculpe señora Choi. La madre de la señorita Kim ha llegado a recogerla -dijo la recepcionista.

-Gracias señorita Han.

Ella asintió y volvió a su puesto de trabajo fuera del consultorio de la señora Choi

-Bueno Tn, eso fue todo por hoy. Espero que sigas mi consejo y empieces a ver el lado bueno de las cosas.

Se levantó de su asiento y yo hice lo mismo

-Lo intentaré, señora Choi. Pero no le garantizo que lo logre de la noche a la mañana.

Ella rió levemente

-Eso lo sé, señorita. Pero recuerde que esto es un proceso. No hay por qué apurarse.

-Gracias nuevamente por el consejo, señora. Debo irme, mi madre me está esperando.

Ella asintió

-No hay de qué agradecer, señorita. Nos vemos la semana entrante. 

Me despedí de mi psicóloga y fui con mi madre que me estaba esperando en el auto.

-Hola mi niña! -dijo alegremente- qué tal tu sesión con la señora Choi?

 𝐏𝐨𝐥𝐨𝐬 𝐎𝐩𝐮𝐞𝐬𝐭𝐨𝐬 (Mina Y Tu) Where stories live. Discover now