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Te sentaste junto encima de él. No te importaba estar en un carro y en un callejón, era de noche y casi nadie transcurría por ahí.
Sabías que era Mickey, es decir, era demasiado obvio a veces...pero...¿él quería que te dieras cuenta...quizá? Tu compañero de clase siempre tuvo una fuerte atracción hacia ti, y tú hacia él pero nunca se dijeron nada porque eran amigos desde que habían entrado a la universidad y por alguna extraña razón, creían que arruinarían esa amistad.
Justo tu entrepierna quedó en una sola pierna de él. Ghostface dirigió una de sus manos hasta tu muslo y otra a tu pezón, ya se traspasaba un poco en tu blusa de tirantes. Querías besarlo, pero él no lo permitía. Sólo quería verte disfrutar. Dirigiste tu mano alrededor de su cuello y con más acciones que tomaba sobre tu cuerpo, empezaste a sentirte más caliente. Así que prácticamente empezaste a montarlo sobre su pierna.
Él te ayudaba un poco, aunque admitía que prefería ver y oír tus gemidos. Seguías montándolo, ladeando un poco tu cabeza hacia atrás porque lo disfrutabas mucho. Hasta que unos movimientos rápidos después, finalmente habías llegado.
Diste un gemido gatural para después recargarte sobre él. Ghostface sólo seguía acariciando tus glúteos y piernas.
—Wow — murmuraste mientras tratabas de quitar un mechón de pelo sobre tu cara
Finalmente te sentaste bien encima de él.
—¿Feliz? — preguntó de repente
Reíste un poco
—Sí...¿y tú?
Él no respondió, sólo asintió con la máscara. Admitías que ese gesto te prendió pero no podías quedarte más tiempo, unos niños pequeños te esperaban porque tenías que cuidarlos.
—Tengo que irme, el trabajo de niñera me espera — dirigiste tus manos hacia sus hombros, mientras tratabas de quitarte de encima de él.
Después, estirarse tu mano hacia la puerta, tratándo de abrirla. Agarraste tu bolsa y saliste del auto.
—Admito que me gustó el traje de Ghostface pero me gustaría hacerlo con Mickey — dijiste con una sonrisa para después guiñarle el ojo
Caminaste hasta llegar al callejón, decidiste voltear. GhostaFace solamente asomaba su cabeza por la puerta para después sacar su mano y decirte adiós. Reíste un poco para después casi correr a la casa.
Mickey se volvió a meter al auto para después sacarse la máscara de Ghostface, sonrió de loslayo mientras la miraba.
