Apariencias

Dime, ¿Qué aparento? De seguro ahora mismo parezco bueno.

La realidad es que yo ni siquiera lo entiendo. Dime, ¿Qué parezco?

¿Un hombre capaz o un hombre sin entendimiento?

De seguro lo que ves es muy diferente de lo que es. En mi caso es igual.

No somos muy diferentes, pero tampoco somos iguales. Somos tan parecidos con personalidades rivales.

Marco el momento y fecha y tú ni siquiera lo recuerdas. ¿Parezco inquieto, parezco desesperado?

Quizá lo sea, ese es mi pecado. Ahora bien, ¿Realmente es un pecado?

Si aparento no quererte, te miento. Te quiero demasiado.

Si aparento que te quiero, no es cierto. Te odio con descaro.

Aparento ser una persona noble y servicial. La realidad es otra, pues todo me suele dar igual.

Un día te quiero, al otro te vas. Un día me importas, al otro quién sabrá. Es incierto el desenlace de ese pensamiento sin final.

Debemos alejarnos, lo comprendo y es verás. ¿Será para siempre? No lo sé, ya me dirás.

Seamos sólo amigos, por supuesto he de aceptar. Sin embargo lo que quiero no es lo poco, es mucho más.

Aparento que está bien, finjo que da igual. Pienso que no importa, que muy pronto pasará.

¿Qué pasará ahora? ¿Que te olvide me dirás? Piensa un poco en mí, me tortura este final.

No me escuchas, sólo ignoras. La costumbre no cambiará. Me cansé de esta rutina, un final ha de llegar.

El silencio, el desconcierto, todos gritan un lamento. Mi memoria es afectada, aparento estar sin miedo.

Aparento no pensar que pronto será el fin del cuento. Me pregunto sin respuesta: ¿Hubo historia en algún momento?

Todo estaba en mi cabeza, era un simple capricho intenso. La obsesión en mi subconsciente me ha jugado la vida de nuevo.

Pienso en desaparecer, desaparezco sin pensar.

Actuó sin meditar, medito sin actuar.

¡Ya basta! Grito en un eco voraz. Nadie escucha, nadie opina, todo en silencio está.

Grito por ayuda, ¿Quién me podrá escuchar? La soledad es mi amiga y por siempre así será.

¡No temas, no impacientes! Dice la gente sin experiencia.

La salida está muy cerca, afirman sin medir las consecuencias.

Olvidar para avanzar, es el único paso a dar. No me convence, no me gusta, algo diferente he de hacer.

Conservaré los recuerdos del mañana y el ayer. Para siempre guardaré las vivencias de placer, los momentos, las desgracias, malo y bueno recordaré.

Sin embargo en mi memoria cada pieza guardaré, y mañana siendo nuevo nunca más aparentaré.

Todo estaba en mi mente, era una simple ilusión. El final llega tarde, o muy rápido según yo.

Vale más este momento que mil segundos de eternidad. Lo comprendo y lo acepto, nos tenemos que alejar.

Mucho de mí di, sin saber que no debía. Mucho prometí sin saber que eran vacías.

Las palabras resuenas en mi mente: ¡No te apresures, ve a tu paso!

Mi paso es rápido, sin descanso; respondo sin retraso.

¡No corras, ve despacio!

Es que no puedo, me dejo llevar.

Después de caer me pregunto: ¿Tanto esfuerzo y sin nada recibir? He madurado tarde, pero al fin lo comprendí. Para olvidarlo y aceptarlo, debo aparentar.

Todo está bien, no te preocupes. Sigo con mi vida sin más. Qué malo soy para esto, como actor no valgo para nada. Pero no importa, no hay problema. Todo sucede en mi inconsciencia.

Aparentaré ser una persona desconocida... Y sin dolencias.