Lujuria [ROMANCE 4] [Vol.1: Terminado - Vol.2 - 01/Septiembre.]

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐒𝐞𝐢𝐬

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ɴᴏ ᴛᴇ ᴘᴇʀᴛᴇɴᴇᴢᴄᴏ
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Desperté a las cinco de la mañana y ya no pude volver a conciliar el sueño, por lo que opté por levantarme y organizar la ropa que aún estaba en mi maleta; las colgué en las respectivas perchas y las deje en el pequeño closet de la habitación, de esa manera se me hacía más fácil a la hora de vestirme.

Cuando acabé de aquello me di un baño, me vestí con un short blanco de tela de tiro alto y un top del mismo color de tirantes, acompañándola con unas sandalias de tiras. Recién iniciaba el mes de septiembre, y aunque la temperatura no era tan elevada igualmente se sentía caluroso.

Me vi al espejo, retocando un poco el simple maquillaje que me había hecho, ya empezaba a desesperarme, ayer hice caso omiso al simple acto de alimentarme, ni siquiera tenía apetito, pero esta mañana cuando desperté me paso factura. Dejé mi cabello tal cual y puse mis pertenencias en mi bolso pequeño y lo colgué en mi hombro para salir.

Eche un vistazo hacia lo largo del pasillo en dirección a la habitación del señor Meyer, el cual debe de estar dormido aún.

Subí al ascensor y baje hasta el vestíbulo, el hotel tenía un excelente servicio de comida, sin embargo, daban apertura a las ocho de la mañana, por lo que me tocaba ir a un lugar que estaba abierto veinticuatro horas, ya lo he visitado antes.

Dirigí mi paso por la acera y al doblar en la esquina pude verlo, empuje la puerta haciendo sonar la campanita; podía contar las personas presentes, pero tomaba en cuanta la hora.

Una chica amablemente me llevo a una mesa y me entrego el menú, el cual ni siquiera me tome la molestia de ver, ya que sabía lo que quería.

Unos minutos después estaba felizmente tomando mi desayuno.

Ni siquiera me había dignado a mirar mi teléfono, pero capto mi atención cuando este se encendió, se trataba de una videollamada de Cloe, la cual tome.

— «¡Buenos días! »

Le sonreí a la morena que ahora estaba en mi pantalla.

— «Buenos días. »

— «¿Cómo has estado? Te desapareciste ayer todo el día, estaba muy preocupada por ti.»

— «Estoy bien, es que ayer fue un día ocupado.»

— «Es que no sabes con quien me encontré ayer en la noche.» — Ya podía imaginármelo. — «Enrique literalmente me acorralo en la puerta del baño del bar, quería que le dijera en donde estabas, y por qué no le contestabas.»

Rodé los ojos.

— «No le digas nada, no quiero saber nada de él.»

— «No lo hare, pero está muy pesado, llama a Sasha todo el tiempo, hasta lo bloqueo ella en todos lados.»