Hey princess (Catradora) ❤️

¿Por qué no te agrado?

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Hace 3 años:

Catra estaba muy nerviosa.
Hoy sería su primer evento como figura pública, estaría rodeada de las personas más importantes del planeta y eso la aterraba.
Apenas hace unos meses su madre apenas estaba entrando al campo de la política y veían las noticias de las elecciones en el sillón de la sala de su casa con palomitas hechas en el microondas.
Ahora estaba en su habitación en la casa blanca, decidiendo si debía atar o no el moño de su traje.
Al final decidió que no.

Su madre entró a su habitación y preguntó si estaba lista a lo que ella respondió que no estaba segura.
Cyra sonrió con ternura y acomodó su traje y su cabello.

- ¿No vas a peinarlo?

- Lo creas o no, me peiné. Quizás luego me lo corte.

- Bueno, entonces estamos listas - Sonrió.

Ambas bajaron y dejaron que Juliet las guiara hasta el auto que las llevaría al evento, dónde al llegar lo primero que Catra vió fué el flash de las cámaras hacia los autos negros y caros que estaban enfrente.
Su madre y ella bajaron y Catra sonrió hacia las cámaras con algo de nervios.
Rápidamente pasaron eso y finalmente entraron a la reunión dónde habia mayormente adultos, gente de la edad de su madre y Catra apenas estaba por iniciar la universidad. Se sentía bastante fuera de su elemento y le costaba pensar que un día se acostumbraría.

Pero sin duda había algo que la reconfortaba y al mismo tiempo la ponía más nerviosa: la princesa Adora iba a estar ahí.

Ella había admirado a la princesa desde la primera vez que la vió en una revista a los 16.
Había aparecido ahí, con una sonrisa, junto a un caballo blanco en un traje para montar y un casco. Se veía tan bonita y tan amable.
Desde ese momento comenzó a buscar más y más sobre ella y había descubierto su historia. Se sintió identificada de cierta manera: una princesa que no nació con sangre real, el hecho de que existiera alguien así en éste lugar la hacía sentir mejor, y estaba ansiosa por conocerla. Pero también nerviosa.

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Adora vagaba por el lugar como siempre, saludando a todos los que llegaban con ella a saludarla. Había perdido a Glimmer otra vez pero lo más seguro era que se había escapado a la barra de bebidas como siempre.
Así que fué en su misión de hallar a su hermana, cuándo de repente una nueva persona fué camino a saludarla.
Adora abrió los ojos de par en par al verla.

No era un hombre mayor, ninguna mujer altanera como siempre.
Era una chica que se veía de su edad.
Morena, con pecas, cabello castaño y largo, un traje negro que la hacía ver bastante sexy, pero lo que más llamaba su atención eran sus ojos heterocromáticos.
Adora quedó perpleja al ver su belleza.
Sabía quién era. Catrina Elizabeth Horde, la había visto en las noticias. Era la nueva maravilla entre las jóvenes estadounidenses que gustaban de chicas. La hija de la nueva presidenta.
Adora no iba a mentir, desde la primera vez que la vió en el periódico hace dos semanas se quedó babeando.
Ella sin duda iba a ser un gran alimento para las revistas.
Pero Adora no podía hacer nada, ya que, obviamente, ella debía mantener su papel de princesa heterosexual.
Así que cerró la boca y tragó saliva cuándo la chica se acercó a ella e hizo una reverencia.

- Princesa Adora - Le dijo - Es un honor.

- El honor es mío, Cat...

Pero para su sorpresa, en lugar de ser recibida con un apretón de manos, la morena llevó su mano hacia sus labios y besó con suavidad sus nudillos, causando escalofríos a Adora en todo el brazo.
La morena levantó la vista, haciendo contacto visual con la pobre rubia que se derritió por esos ojos brillantes azul y dorado.