Capítulo 24. Unexpected Returns

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Pov Kendall

-¿Te pasa algo?- la voz de Benito me sacó de mis pensamientos

-Lo siento...- le dije tomando un sorbo de mi jugo de naranja- estar en los Ángeles me recuerda a todo lo que pasó antes de irnos y con todo lo del fin de semana no pude evitar pensar en Fai- le dije

Benito se quedó callado, sabía lo que le había sucedido a Fai. Luego de un par de segundos de silencio, Benito tomó mi mano.

-Todo está bien, y aquí tienes a tu familia, a mí- dijo mirándome. Sus ojos me confirmaban que me apoyaba, que no estaba solo, que tenía mucho apoyo. Y se me cayó una lágrima

-También me preguntaba si estarías de acuerdo en quedarme 1 semana más contigo en lo que consigo un nuevo departamento- dije recordando que el tiempo que me había ofrecido ya había vencido

-Kendall, no tienes que irte, ahora que estamos saliendo no tengo problema en que vivamos juntos- me dijo Benito- nunca lo tuve pero ahora menos, así puedo abrazarte todas las noches

El corazón se me hizo un nudo, Benito era demasiado dulce, él era amable, bondadoso y me estaba haciendo sentir el amor en todas sus formas. El amor que tú das a tu hermana, a tus amigos y a mí.

Luego de ese desayuno nos dirigimos hacia el departamento de Benito para poder desempacar y descansar luego del yet lag. Sansa estaba feliz de haber regresado a casa de su papá humano y volver a dormir en la misma cama que él. Con Benito y yo saliendo, la dinámica había cambiado un poco y por las noches me iba a dormir con él y Sansa.

A la mañana siguiente, me encontraba haciendo el desayuno. Benito se había ido muy temprano al estudio por llamado de Noah y yo me había levantado a hacer ejercicio y a cocinar. Mientras desayunaba miré el contacto de Fai en mi celular, estaba demasiado nerviosa pero era hora de enfrentar mis miedos

Después de meditarlo un rato más, lo llamé. Benito tenía una lista de actividades planeadas, así que tardaría en regresar a casa. Después de un par de tonos, la voz de Fai sonó en el teléfono.

-Hola, ¿puedo saber de quién es la llamada?- preguntó de una forma seria

-Fai, soy yo, Keni- dije tratando de esconder mis lágrimas al escuchar después de tanto tiempo su voz al teléfono

El silencio se hizo presente, Fai no dijo nada. Lo intenté de nuevo.

-Fai, yo solo quiero hablar y pedirte disculpas por todo lo que sucedio- le dije, era difícil admitir mis errores. Pero lo más difícil era expresarlo en voz alta

-Perdóname a mí por haber sido todo un idiota y golpear a tu novio- contestó Fai al otro lado de la línea- Te extraño

Sonreí en silencio, Fai no me odiaba y sentía el mismo dolor que yo. Su voz estaba nublada con tristeza y yo sentí que el lastre que me había cargado por tanto tiempo comenzaba a desvanecerse

-Yo a ti- le contesté

-Deberíamos vernos cuando regreses a los ángeles- dijo Fai

-Acabo de regresar- le contesté

-Qué bueno- dijo Fai- ¿Podríamos vernos hoy en el heladería donde solíamos ir a comer?- preguntó

Recordé al instante la heladería en donde nos reuníamos con frecuencia durante un tiempo, teníamos unos momentos hermosos

Por un momento pensé que aún no quería que mi madre supiera que estaba en los Ángeles nuevamente y ese era un lugar que ella frecuentaba mucho

-¿Qué te parece si nos vemos mejor en otro lugar?- le dije proporcionándole la dirección de Benito, tendría tanto que explicarle...

The FalsehoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora