❝Antes de Saberlo❞ ❛Twisted Wonderland❜

╰₊✧⚬𓂂➢ Primera cena ˖⁺｡°✩☽︎

La situación era tensa.

O mejor dicho, el ambiente lo era. Pero a Lilia no le importaba lo suficiente para cambiarlo.

Sus soldados trataban de que incluso sus mordidas fueran en silencio, comiendo con un nudo en el estómago que les impedía disfrutar de la cena.

En uno de los troncos donde se sentaban, Lilia comía tranquilo mientras en la otra punta se encontraba un muchacho de coleta alta y cabello rubio. Para todos en el lugar era la persona más hegemonica que hayan visto. Aunque parecía tan preocupado y nervioso como ellos, evitando sus miradas y jugando con sus manos. Algunos soldados se dieron cuenta de que no había comido en todo este tiempo, ¿estaba así de nervioso? Aunque no podían culparlo, ellos lo odiaban. O mejor dicho, odiaban a los de su raza. Y a pesar de estar confundidos, no se esforzaban en ocultar sus miradas de desprecio.

Cuando Lilia se dio cuenta, no hizo nada para cambiar esto. Si él decidía comer o no, era problema suyo.

Cuando la cena terminó, todos fueron a sus tiendas de acampar. Yuu se quedó en silencio mirando incómodo como todos tenían a dónde dirigirse.

Él no lo tenía. Por lo que se quedó a esperar a que todos se fuesen.

El fuego de las llamas estaba extinguiendose, la última luz terminó por apagarse y a la lejanía escuchó a un lobo aullar.

Yuu se abrazo a sí mismo y usó su gabardina larga para cubrirse. No tenía frío, pero sentía soledad en su corazón. Desprecio y pena por estar rodeado de personas a las que no les importaba y no dudaban en demostrarlo. Era doloroso...

Lilia no había venido a decirle nada. Había partido a su casa de acampar donde no recibía compañía de nadie. Yuu se preguntaba si él también se sentiría solo. Los demás soldados tenían de tres a cuatro compañeros en una sola tienda. Pero Lilia no tenía a nadie, y su tienda de acampar era la más espaciosa. Suponía que era por su posición.

Yuu sintió alivio al no tener que convivir con el frío general de los fae, aunque no pudo evitar sentirse abandonado. Después hundió su cabeza entre sus rodillas, esperando a que el sol saliera de nuevo por el horizonte.

Esta noche, esperaba que la luna fuera cálida con él...