CAPÍTULO 16

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NARRA JIMIN

Como puedo término de vestirme, lo que menos me importa es irme con el uniforme de la escuela.

Estando en el auto a punto de acelerar, recuerdo que no traigo el móvil, del desespero lo lance a la cama. Hoy no se me puede quedar, sea lo que sea debo de avisarle inmediatamente a mi oruga.

La quiero y me duele que lo nuestro haya terminado así, y no haber respetado nuestro noviazgo, pero más me duele que por el egoísmo, me metí en la mitad de los dos, que solamente me dejé llevar por un capricho, me quise hacer de la vista ciega en la forma en la que ellos siempre se miraban y en lo mucho que se entendían.

Cuando llego a la clínica subo directamente a cuidados intensivos, bajo del ascensor y corro por los pasillos me detengo en la ventanilla donde en estos últimos dos meses he pasado tardes y fines de semana esperando una buena noticia.

La sensación que siento en mi cuerpo despues de ver esto no me gusta, me tiemblan las piernas, la cama en la que estuvo acostado, ahora está completamente vacía.

Es inevitable que de mis ojos no salgan lágrimas. ¿Por qué si estaba programado la suspensión del medicamento para dentro de tres días? Faltaba tan poco.

Busco por todos lados por si logro ver algún doctor o enfermera que me puedan dar alguna información, pero no hay nadie.

Saco el móvil y llamo a mi tía, pero no contesta.

Entro a la aplicación de chats, limpio un poco las lágrimas y presionó el icono de videollamada. En lo que se demora para contestar, pienso en como le voy a decir esto a Alex.

Y cuando creo que va a contestar me entra una llamada de mi madre.

—Hijo donde estas te estamos esperando en la habitación de tu primo.

—Como que habitación?, estoy al frente de cuidados intensivos y está completamente vacia la cama mamá.

—Hijo, tu primo ya despertó y lo pasaron a un área donde con protección podemos entrar—. El temblor de mis piernas paro, la sensación que sentía en mi pecho ahora era diferente.

NARRA ALEXIA

El móvil suena, lo miro y se me hace extraño que a esta hora Jimin me esté llamando. Voy a contestar y la videollamada se cuelga. Intento marcarle, pero no contesta.

Pasa media hora más y el móvil vuelve y suena. Contesto la llamada.

¡No creo lo que estoy viendo! Será un sueño?, tiene sus ojitos abiertos!, y me deja ver sus hermosos hoyuelos.

—Koala— no puedo decir nada, no meda, tengo muchas ganas de llorar de felicidad, me tiemblan las manos y mi corazón se va a salir.

—Tranquila estoy bien. Que pensaste que te ibas a librar tan fácil de mi y de las promesas que te hice?— sonríe, está muy delgado, su voz se escucha débil.

—Te quiero y lo que más deseo es que cumplas tus promesas—dije con voz temblorosa a ese punto no podía contener mis lágrimas. Tan feliz de poderlo consciente y que aparentemente las lecciones no le afectaron su habla.

En ese momento Jimin coge el móvil y habla.

—Hace poco despertó, le deben hacer otros exámenes, pero el señor quería hablar con su Koala—dijo y sonrió. — Él Está bien!, lo tendrán en observación. Duerme que allá es muy tarde, y tranquila que te voy contando todo por mensajes.

—Gracias pollito, y cuídalo mucho, por favor.

—Como ordene mi general— y puso su mano en la frente en señal de orden, —hasta aquí el reporte del día de hoy— dijo y colgó la llamada.

Siempre fue él (Jimin, Alexia, NamJoon) +18Where stories live. Discover now