Eras todo lo que necesitaba [EN PAUSA]

Capítulo 14

Bianca Miller.

—Ya llegué.

—Papa —se escuchan unas pequeñas voces correr por el pasillo.

—Mis pequeños no saben cómo los extrañe.

—Nosotros también —besan su mejilla —Ahora jugarás con nosotros papa.

Veo la escena, mis hijos aman a su padre y él a ellos, le toman la mano para guiarlo, pero él les dice que lo esperen en la sala de juegos y ellos salen corriendo están ansiosos por pasar tiempo con el como siempre lo hacen.

—¿Cómo está la mujer más hermosa del mundo? —me besa y luego se arrodilla para quedar a nivel de mi vientre —¿Te has portado bien hay dentro?

—Estamos bien las dos y ella no ha dado problemas —acaricio su cabello mientras el trata de escucharla a través de mi pancita.

—Papa también te extraño a ti —ella responde con su patadita.

Los problemas entre nosotros se habían resuelto y nos habíamos enamorado profundamente, nos casamos y formamos una hermosa familia.

Él ha estado presente en todo el crecimiento de los mellizos y ahora que volví a quedar embarazada ha estado en todo el proceso.

—Bianca no crees que es necesario que allá otra persona para que te ayude con el cuidado de los mellizos cuando yo no estoy, ya estás entrando en tu tercer trimestre y cuidar a dos pequeños de dos años cuando no estoy debe ser agotador.

—Mi amor, sé que estas preocupado pero mis hijos no me dan que hacer son unos angelitos bien portados —se levanta y yo lo abrazo.

—No quiero que te pase nada a ti y a la pequeña, recuerda que tuviste complicaciones en el parto anterior, casi te pierdo.

—Nada nos pasará —acaricio su rostro —Deja de preocuparte si siempre estás en casa solo sales por emergencias, cuidas de ellos y de nosotras todos los días no volverá a pasar lo del pasado -pone su mano en mi vientre antes yo era la fanática de esto, pero él es el doble.

—Tú y mis hijos son lo más importante que tengo en la vida —una lágrima él es tan sensible —Son mi mundo entero.

—Te amo Matteo Anderson —digo limpiando su lágrima.

—Y yo más mi amor —me besa.

—Papi te estamos esperando, apura porfis —nos interrumpen unas voces que viene de la sala.

—Ve tus hijos te están esperando señor Anderson —me roba otro beso y sale corriendo a la sala.

Veo como mis hijos disfrutan de su padre, como le brillan los ojos a los 3 cuando están juntos, es un padre y esposo increíble, el cambio por mi y a la vez hizo que la vida que llevaba fuera mejor, el me salvo cuando me estaba hundiendo, la familia que tanto pedí tener la formamos juntos.

Despierto con lágrimas, solo fue un sueño, pero en el fondo de mi corazón deseaba desesperadamente que fuera verdad, formar una familia esa con la que tanto sueño cada noche pero se que Matteo Anderson no me amara de tal manera, el seguía al lado de Peter Anderson de su abuelo quien lo alimentaba de maldad.

Él lo dijo es capaz de todo, no lo conozco, ayer era una persona totalmente diferente, la que solo sale cuando está a solas conmigo, pero cuando está con otros no es así, no me defiendo ese día delante de su abuelo, no defendió a la mujer que lleva a sus hijos.

Tal vez todo esto es parte de su juego para que caiga en él, no podía confiar solo me queda seguirle la corriente, pero dolía, dolía mucho pensar y soñar con un futuro que estaba muy lejano.