🥀 Advertencias: Contendrá escenas eróticas, omegaverse, Kaiser top, Ness Bottom.
🥀Utilizar protección en todo tipo de relaciones para preveer enfermedades.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Las fermonas a cereza rebosaban de aquella habitación, y como el equipo predijo ahí estaba el olor a rosas, los gemidos no se hicieron esperar.
Ness estaba siendo masturbado por su novio, Kaiser. Estaba estimulando sus pezones salmón que resaltaban es su piel lechosa, recientemente enrojecida por varias marcas, chupetones y mordidas. Con una mano intercambiaba la atención de aquellos botones.
Si otra mano, estaba ocupada preparando la entrada de su Omega, simulando pequeñas embestidas abriéndolo y riéndose un poco viendo cómo la entrada de su Omega lo apretaba y buscaba el toque con sus caderas.
Pero su boca estaba siendo ocupada, para la gran labor de dar una buena mamada al miembro de Ness.
Hablando de el, su mente estaba en blanco sentía la mano de Kaiser en sus sensibles pezones, sentir como si entrada era abierta y cerrada. Sin mencionar la boca cálida de Kaiser envolviendolo era el paraíso.
Pero dejando los juegos Kaiser se aparto de Ness, para buscar un condón, no dejaría a su Omega en celo en ese estado tan necesitado, la imagen que Ness le regaló era erótica.
Ness abriendo sus piernas frente a Kaiser, dejando a la vista su rosada y necesitada entrada, con los ojos llorosos en busca de placer y esa boquita esperando para gritar su nombre.
Kaiser volvió a la cama jugando con la punta de su miembro por la necesitada entrada de su Omega. Y ver las pequeñas reacciones de Ness y sus súplicas por el solo le inflaba el ego a su Alfa.
Pero, ya no le era posible aguantar, fue entrando poco a poco viendo a Ness retorcerse debajo de el , viendo cómo su nombre era llamado en forma de alabanza. Esa cavidad era el puto cielo, era apretada, cálida, húmeda y suave. Ya no podía pedirle más.
Las embestidas empezaron contundentemente, a un ritmo brutal, Kaiser solo dejaba la punta dentro de Ness para meter el resto de una estocada. Los gemidos o mejor dicho gritos de Ness se oian por toda la habitación y probablemnete fuera de ella, pero al menos sabrían a quien le pertecia el Omega con olor a cereza.
Ambos estaban llegando a ese mudo en el estómago, pronto Ness sintió algo caliente en su interior, además del sentimiento de llenado total, un nudo se formó en su interior.
Pero no sabía en qué momento sintió un dolor punzante en el cuello.
«Mi Omega». Murmuró Kaiser con una voz gutural y ronca, además de ver esa escena creada, carajo Ness no podía dejar de exitarlo, verlo con sus piernas temblando y con su mirada sumida en su orgasmo. Sin contar en el semen que se escapaba de el nudo que el creo. Además no sé arrepentiría si Ness cargará su cachorros
