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Zara, decide hablar con el universo y pedirle un favor, "una oportunidad para cambiar de realidad" , lo que ella no sabía era que su petición sería escuchada y concedida, despertando en un nuevo lugar y con una nueva oportunidad.
Aho...
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Zara's POV:
Francamente me sentía muy desconcertada todavía. Aún no podía terminar de entender del todo cómo fue posible que haya podido cambiar de realidad, digo, tantas veces lo había intentado y tantas veces había fracasado ¿cómo era posible que de un momento a otro haya pasado de estar en una triste y sombría habitación a encontrarme viviendo bajo el mismo techo que Cillian?
Lo último que recordaba antes de haberme quedado dormida era que estaba imaginándome cómo sería la vida junto a él. ¿Cómo se sentiría si pudiera abrazarlo y aspirar su aroma? Quería desesperadamente amanecer entre sus brazos sintiendo su cercanía, su calor. Anhelaba poder tanto el poder escuchar su ronca voz llamándome sólo para despertar. Y aunque no sabía con total certeza qué era lo que había traído hasta aquí, hacia esta versión mía que parecía ser feliz, muy en el fondo algo me gritaba que tal vez era mi propia intención por escapar de aquella vida que estaba causando estragos conmigo lo que me había permitido llegar aquí, igualmente había sido mi deseo de estar junto a aquel hombre de profunda mirada lo que me había facilitado el proceso.
Desde que era una adolescente desarrollé un amor platónico por el actor Cillian Murphy, y no era para menos si era un excelente actor. La primera película suya que había visto fue On The Edge y en ese momento me fue inevitable no haberme sentido atraída por el talento de Cillian. Pero lo cierto es que no sólo era un gran actor, sino que también era una maravillosa persona; modesto, sencillo y auténtico, por eso se había vuelto mi actor favorito.
Nunca me imaginé que realmente un día yo terminaría bajo estas circunstancias junto a Cillian, es decir, jamás creí que un día acabaría a su lado. Esperaba que al despertar yo continuara en la misma triste realidad, pasando por las mismas discusiones con mi madre, sobreviviendo sin una pizca de su amor y soportando los insultos de María, mi tía. La vida no era fácil y yo lo sabía muy bien, vivía en carne propia la desdicha cada día soñando simplemente con un día dejar el nido y emprender mi propio vuelo, soñaba con ser libre.
Sentía que mis pulmones imploraban por un poco de aire fresco, estaba abrumada con tanta información que sentía que en cualquier momento me desmayaría y no quería preocupar más al pobre Cillian que parecía no saber qué hacer conmigo ante repentino cambio de actitud. Traté de calmar los latidos de mi corazón provocado por los nervios y tomé una gran bocanada de aire para quitar el pestillo de la puerta del baño y salir encontrándome con la profunda mirada azul de Cillian quien se encontraba entretenido leyendo en un pequeño sofá que se ubicaba en una esquina de la habitación, al oír mis pasos apartó la mirada de su lectura y me posó sus penetrantes ojos azules en mí. Y como arte de magia, ahí estaban nuevamente los locos latidos de mi corazón.
