Prólogo

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Fuma amaba absolutamente todo de Kei.

Desde sus adorables facciones de cachorrito, hasta la forma en que se disculpa cuando pronuncia mal una palabra en coreano.

También amaba su gran y precioso corazón, su forma de pensar, su sonrisa, su amabilidad y muchas cosas más que lo dejaban más enamorado. Amaba todo de el, tanto su físico como sus imperfecciones... si es que tenía alguna.

Pero había algo que también amaba mucho de él aunque nunca lo hubiera visto.

Su cuerpo.

En todo ese año de relación que llevaban juntos ninguno había querido dar "el siguiente paso". No se sentían seguros y no porque no quisieran, era más bien el miedo a hacerlo tan jóvenes.

Y es que ambos aún asistían a la secundaria; Fuma estaba cerca de graduarse, ese era su último año en la escuela antes de ingresar a la universidad. Por otro lado Kei es solo un año menor que él, por lo que también está en un grado más bajo. Ese era su último año juntos en la escuela, pero ambos aseguraron tener un fuerte amor a distancia en caso de que Fuma asista a la universidad que su mamá tanto quiere que vaya.

O eso creían.

Para conmemorar el inicio de su relación, Kei decidió hacerle una gran sorpresa a Fuma, quien curiosamente también había decidido sorprender al australiano. Luego de discutir entre en cual restaurante era mejor cenar «porque si, habían reservado dos lugares diferentes y al darse cuenta, ellos querían comer en el lugar que preparó el otro» decidieron que preferían pasar más tiempo juntos en lugar de pelear por algo tan tonto y tierno a la vez.

Kei lo invitó a su departamento, ya que por alguna razón el aún no había podido poner un pie en el castillo del más alto < como le gustaba llamarle a su mansión >, le dijo a Fuma que pusiera la película que deseara en el televisor y se acomodara en el sofá mientras el hacía ramen para los dos.

Algo muy simple, lo sé, pero ambos eran muy fanaticos del ramen y solían comerlo todo el tiempo.

Fuma le obedeció en lo primero y puso una de sus películas favoritas de acción, pero después prefirió acompañar a Kei en la cocina incluso si no lo ayudaría a cocinar y solo iba a distraerlo.

Cuando llegó la hora de que el ramen se quedara unos segundos en agua, Fuma aprovechó para situarse detrás del australiano y abrazarlo por la cintura mientras el por inercia movía su cabeza a un lado para que Fuma pusiera la suya sobre su hombro. Una posición perfecta para la pareja perfecta.

Fuma sonrío cuando notó su diferencia de altura, siempre le pareció muy tierna.

-Y... ¿Qué haremos con las reservaciones? Puede que para ti no sea nada pero a mi me costó varios turnos de noche en el supermercado.- se quejó Kei.

Aunque disfrutaba de pasar tiempo con Fuma, una parte de el se sentía muy mal por desperdiciar el dinero que con tanto esfuerzo y noches sin dormir había conseguido recolectar.

Tenía un trabajo como cajero en el supermercado más visitado de la ciudad y aunque a simple vista parecía algo raro que alguien como el saliera con alguien tan adinerado cómo Fuma, quien para empezar ni siquiera trabajaba, a ellos no podía importarles menos.

-Sabía que dirías eso así que pensé que quizás... podríamos dárselo a EuiJoo y Nicholas.- opinó Fuma alejándose de Kei para que siguiera cocinando.

-¿EuiJoo... y Nicholas?

-Si, ya sé que ellos no son de salir mucho pero déjame asegurarte que si es por comida gratis ellos harán lo que sea.

Our baby Taki [FumaxK]Where stories live. Discover now