1-De vuelta a los 15

287 12 5
                                    

Hoy nos reuníamos todos en la pequeña Emperatriz para celebrar la boda de Luiza y Douglas, llevan juntos desde el instituto (a veces dudo que sea amor y simplemente sea estabilidad o postureo, bueno, no es asunto mío, no debería de hablar de ello, ni siquiera de pensarlo) me habían invitado al ser una amiga de la familia, también me habían encargado el vino para el evento, yo llevo un gran viñedo y un vino muy popular, soy una famosa enóloga de California, de treinta años y mis padres me habían dejado mi antigua habitación para quedarme durante el evento, sin embargo me negué, ya soy mayor y económicamente podía permitirme pagarme una habitación de hotel, así que opte por hacer eso, procedí a prepararme para la boda, me planche el pelo y me hice una especie de coleta baja, me deje dos mechones fuera que rice un poco, me hice un maquillaje dorado y morado,  que acompañara mi vestido largo morado con escote en V  junto unos tacones dorados, me puse mis pendientes largos dorados en forma de hojas, mi collar dorado del mismo estilo y unos anillos para completar el look.

Hoy vería a mi primer amor Fabricio, hace un montón que perdimos el contacto, hará ya 15 años,  me enamore de el desde aquel día en el que yo tenía unos diez años, aquel día me había caído y para consolarme me regalo una figurita de madera en forma de lobo, mi animal favorito, de hecho lo llevo tatuado en la nuca, así soy yo, una loba solitaria, desde el no me he vuelto a enamorar, obviamente eso no me ha impedido tener rollos de una noche o alguna que otra relación corta, pero siempre acaban, de pronto la melodía de mi móvil comenzó a sonar,  (One way or another de Hocus Pocus).

-¿Sí?- descolgué la llamada.

-Katherine estoy esperándote abajo- era la voz de Camila.

-Cami enseguida bajo- tan rápido como lo dije lo hice, Camila era la hermana pequeña de Fabricio y mi mejor amiga desde los 15 años, ella sabía acerca de mis sentimientos, nunca fue un obstáculo entre nosotras, al contrario, se lo tomaba con humor.

-Wow amiga estas guapísima- Me cogió la mano y me hizo dar una vuelta para tener una vista completa de mi vestido.

-¡Cami tu vas espectacular!- su vestido azul y su recogido la resaltaban.

-Vamos a dejar de adularnos y vayamos ya a la boda- Entrelazamos nuestros brazos y así lo hicimos.

En realidad, asistimos al convite, hacía años que no iba  a una misa y no lo echaba de menos, la boda estaba un poco sosa, pero a la gente le encantaba mi vino y Luiza parecía contenta, al rato apareció Anitah, la hermana pequeña de Luiza, éramos amigas, pero perdimos el contacto, me acerque a saludarla cuando su madre cogió el micrófono captando nuestra atención para memorará  a su difunto marido, cuando acabo Anitah había desaparecido de mi vista, para aparecer con Fabricio, Enrique la llamo y yo aproveche para acercarme a Fabricio, sin embargo, esa sensación de vértigo, la que la gente llama mariposas se hizo presente después de tantos años, lamentablemente ya me había visto no podía echarme atrás.

-¿Katherine?- Al menos recordaba como me llamaba.

-¿Fabricio?- sonreí.

-Sí- me sonrió me miró de arriba abajo -Wow, estas... wow- 

-Lo sé- reí -¿Que hay de tu vida?.

-Pues no me fui de Emperatriz, me quede con la cafetería de mi padre y no es que me vaya muy bien- se rasco la nuca vergonzoso y aparto la mirada, yo acerque mi mano a su mentón para obligarlo a mirarme, cuando lo hizo le regale una sonrisa consoladora.

-Lamento oír eso- 

-Si bueno, espero que todo mejore ¿Y tú? Camila a veces me cuenta cosas o escucho tu voz cuando la llamas, pero realmente no se nada- me sonrió el esta vez.

Un futuro contigo. Fabricio y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora