Capítulo 23: Takeda Perdal

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"¡Mamá! ¡Por favor no te vayas!"

La sala de un hospital era presente, un pequeño niño acompañado de una chica ligeramente mayor que él

Veían a su madre, mientras que ella solo mantenía sus ojos cerrados

Ya era demasiado tarde...

El supervisor noto el sonido de los latidos en 0 haciendo retroceder a los pequeños

"¡Esperen!"
"¡NO! ¡NO SE LA LLEVEN!"

Eran gritos de ambos hermanos quienes solo eran enviados a otra sala mientras se llevaban a su madre

Las lágrimas nunca faltaron para aquel momento, era dolor de perder a un ser querido

El rencor, el enojo, la tristeza y furia, ese conjunto de emociones de intentar alcanzar algo que ya estaba perdido

Pero ya desde hace tiempo se había anunciado el cáncer.. de su madre

Era algo que algún momento pasaría, pero... nunca estarás preparado para ese flechazo que se siente

Por más que nos hagamos el fuerte, la realidad siempre será dolorosa

[...]

El pequeño niño miraba perdido en el receso de las clases

Como era de costumbre lo golpeaban

"¿Qué pasa idiota?"

"¡¿El bebito está llorando?!"

Aquellas personas sobrepasaban el hecho de insultar a golpear

Sin ninguna piedad, como si disfrutaran de su sufrimiento

Esos llantos, conjugados con moretones, parecían hacerles sentir una satisfacción

Mientras que él solo intentaba comprender el porqué

Cuando estaba solo

"¡¿POR QUÉ?! ¿¡YO QUE ESTOY HACIENDO MAL?!"

Sus puños golpeaba contra el duro piso, hasta llegar al punto que sangraban

Debido a la adrenalina del momento no dolía, pero al rato estos le ardían como si tuvieras llamas en las manos

Este se quejaba del dolor mientras intentaba llegar a su hogar

Abrió la puerta, increíble para un niño pequeño ir por las calles solo

Con una mirada de desesperación pidió ayuda

"¡H-hermana! ¡Ayúdame!"

Suplicaba entre llantos el niño, su hermana solo miraba fríamente a su hermano

"E-es tu culpa..."

"¿Q-qué?"

"¡ES TU CULPA QUE MAMÁ MURIERA!"

Acompañado de una cachetada, en ese momento no estaba razonando su hermana

Pero tampoco se arrepentía de haberle hecho daño

Tras el suceso, ella solo se miraba devastada esa chica de pelo blanco no dejaba ver su mirada

Sin embargo, sus lágrimas caían en el suelo

Dejo unas vendas y se fue, sin decir nada... ni siquiera un "perdón"

El niño solo se sentía fatal, afortunadamente su madre le enseño sobre supervivencia y unas de las cosas más interesantes fue el vendaje

A pesar de verse sencillo, la manera del vendarse puede llegar a confundir muchas veces haciendo que cometamos varios errores al hacerlo

Y que la herida empeore, a diferencia de mejorar

¿Las Chicas Que Me Lastimaron Me Siguieron Hasta Mi Nueva Escuela?Where stories live. Discover now