Ricky y Gyuvin siempre se llaman con distintos apodos cariñosos incluso frente a sus fans, desde "novio", "esposo" a "soulmate". Después de un tiempo nadie le presta atención a este comportamiento, hasta que Gyuvin llama a Ricky con un apodo que no...
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—Esto está tomando demasiado tiempo. —Hanbin tenía el ceño fruncido, estaba tratando de encontrar el final de la larga fila de autos que se veía por fuera de la ventana.
—Hyung, siéntate primero. —GunWook lo llamó, dando palmaditas al asiento que se encontraba a su lado.
La ban llevaba estancada más de media hora en el tráfico, sus agendas todavía se encontraban llenas y la idea de llegar a dormir y descansar a las cabañas se había esfumado tan rápido como había aparecido cuando les informaron que tendrían una semana para relajarse. Había terminado en ser una vil mentira: ¿qué clases de vacaciones duraban un día y medio?
Todos los integrantes se encontraban exhaustos, cortesía de haberse presentado en un evento hace tan solo dos horas. Tenían que hacer un live de agradecimiento en la cabaña que se les había asignado y entonces, entonces serían libres.
Hanbin tenía el corazón en el piso, viendo a su equipo estando exhausto le generaba un tipo de responsabilidad para el que no estaba preparado. No sabía como reconfortarlos, y eso había terminado en que los integrantes que se dieron cuenta, terminaran ayudándolo él de manera discreta.
Uno de ellos era Gyuvin.
—¿Qué vamos a comer? —Preguntó, entonando sus palabras como si tratara de una canción. —Hanbitna, mira el menú conmigo.
—Gyuvin-ah. Todavía queda una hora para que lleguemos a la cabaña. —Hanbin encontró a Gyuvin con su mirada, y a pesar de sus palabras tomó asiento junto a él.
Logró distraerlo de aquella ansiedad, el resto de los integrantes habían comenzado una discusión a lo largo de toda la ban acerca de lo que deseaban comer, pero antes de poder cantar victoria se escuchó el primer gruñido de estómago.
—¡Ricky-ah! Acabamos de comer—Gyuvin culpó rápidamente al rubio que se encontraba a su lado.
Ricky se vio sorprendido —¿Yo? —Empezó a conectar los puntos antes de chasquear la lengua. —Gyuvin, antes de intentar engañar controla tu estómago.
Había vuelto a sonar. Los integrantes estallaron en risas. Pero después de unos momentos, nadie sentía que le quedaba más energía para continuar jugando.
Tal vez haber centrado el tema de conversación en comida había sido una mala idea. Sintiendo que tenía que arreglarlo, Gyuvin se acercó a Ricky, mirándolo fijamente hasta que el rubio se dio cuenta.
—¿Qué? —Preguntó suavemente, mirando a Gyuvin.
—Ricky, ¿Puedes buscar donde queda la tienda de conveniencia más cercana? —Preguntó señalando el Ipad que descansaba sobre sus piernas.
—Ven aquí. —Lo llamó con intenciones de que viera la pantalla con él, pero Gyuvin al acercarse le arrebató la tableta de las piernas y tomó su lugar recostándose sobre él.
