CAPÍTULO 0.2: UN POCO DE AGUA Y TIEMPO

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Un extraño sonido interrumpía mi sueño, la bolsa de mi suéter vibraba constantemente, abrí mis ojos, a un lado estaba un niño que parecía dormir con plenitud, estaba perdido entre sus sueños, suspiraba tan tiernamente. Saque mi celular para verificar si era una llamada entrante de mi padre, pero era la realidad era aun más deprimente, mi celular se había quedado sin batería, con tan solo un toque en la pantalla se había apagado. Supongo que hubiera sido buena idea haber traído algún cargador.

La pequeña bocina sobre el asiento comenzó a hacer un poco de ruido, era parecido al de agitar dos saleros o maracas.

-ESTAMOS ENTRANDO A SANTA ANA, ESPERAMOS QUE EL VIAJE HAYA SIDO DE SU AGRADO. -dijo el conductor anunciando el destino.

Miré por la ventana el entorno, parecía una gran ciudad, la gente se veía muy agradable, tenía demasiadas áreas verdes e incluso algunas perros paseaban en ellas. El autobús continuo avanzando, giro en la esquina de una avenida, al parecer estábamos en el centro de la ciudad, alrededor habían varios edificios grandes e impresionantes. Había un inmenso parque rodeado por aquellos edificios, los automóviles circulaban por las calles en forma de un rectángulo qué rodeaban el gran parque en su centro, habían diferentes comercios con pantallas enormes haciendo publicidad de diferentes marcas.

Llegamos a una una gran central de autobuses, varios autobuses estacionaban tranquilamente en su lugar asignado, las personas descargaban sus equipajes para partir a su destino a pie o tal vez a un taxi local, mi autobus se estacionó y el extraño niño a mi lado fue despertado por su madre, al parecer tenía un sueño un poco pesado, ya que ella tuvo que moverlo varias veces para despertarlo, un poco de saliva salía de su boca y se notaba un poco desorientado.

Tome mis cosas y baje del autobus, un pequeño escalofrío entumió todo mi cuerpo, el clima por la mañana estaba un poco bajo qué de costumbre, jale mi maleta por las calles desconocidas de Santa Ana.

Hice una parada en una tienda de conveniencia, no era tan grande como los edificios que había visto, pero supongo que no esperaba un gran cambio. Dentro del establecimiento habían diferentes productos, desde bebidas, comida instantánea, productos de higiene y limpieza hasta accesorios para celulares. Tome algunos emparedados de jamón y un jugo de uva, me acerque a la caja para pagar, la fila estaba bastante larga, había solo una caja habilitada, el chico atendía con un poco de cansancio como si fuera un perezoso.

Después de algunos minutos, solo quedaban dos personas frente a mi, una persona de avanzada edad que pagaba con monedas en la caja y una chica frente a mi que también parecía apresurada.

-Oh -dijo con algo de sorpresa. -pensé que era la única persona aquí, nadie es tan paciente en estos tiempos. -

Ella tenía cabello gris, era hermoso, sedoso y brillaba con la luz del lugar, su piel era clara y sus ojos verdes parecidos a las esmeraldas, podría decir que tenía mi misma altura. Vestía un pantalón de mezclilla un poco pegado, una camiseta negra y sobre ella una camisa de vestir de cuadros negros y verdes.

Me reí un poco al escucharla.

-Lo sé, la gente de ahora no aguanta nada, ven una fila larga y deciden mejor irse. -dijo correspondiendo mis carcajadas

-Es verdad. -contesté admirando la bella sonrisa que tenía.

-Y bien... ¿Qué haces en este lugar desolado y poco tolerante? -

-Vengo a estudiar en la preparatoria de esta ciudad, fui aceptada. -

-¡QUE BIEN! Yo también asistiré este año, espero llevarnos bien. -

Parecía agradable y muy divertida.

De repente, el chico de la caja nos interrumpió para hacernos saber que el señor de las monedas se había ido.

UN DILEMA FEMENINOWhere stories live. Discover now