Mar es vecina de Rivers; Siempre han tenido problemas por la bulla de la rubia sin embargo un día esta la invita a entrar y empiezan una amistad que las llevaría a algo más...
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❛ VECINA MOLESTA. ❜
MAR SE ENCONTRABA en la universidad, estudiaba mecatrónica, ya estaba en su último año, el estrés era sumamente alto, aun más el hecho de no poder decepcionar en ningún aspecto a sus padres.
Camino por el pasillo hasta llegar al parqueadero, subió a su auto y tomó rumbo hacia su nuevo departamento, lastimosamente era la única torre cerca a su universidad y desgraciadamente le había tocado una vecina sumamente ruidosa.
Al llegar saludó con su mano al guardia de seguridad y subió.
Era una persona de pocas palabras, se dedicaba a observar y analizar su entorno o quienes la rodeaban, había ganado muchas cosas siendo así, excepto amigos, claro.
Lastimosamente llegó en la hora pico en la cual su vecina solía gritar por horas seguidas, por lo que al pasar por su puerta la miró mal y bufó con fastidio.
Entró a su departamento y se sentó en la mesa a terminar el trabajo que ya venía haciendo desde hace días.
Luego de unos minutos se paró y puso a hacer un café para recargar energías.
Al tenerlo hecho tomó la taza en su mano sentándose de nuevo, dándose unos segundos para deleitarse con aquel olor. Bebió un sorbo luego de soplar un poco y apoyó la taza en el porta vasos para continuar escribiendo en su portátil.
Le dieron las nueve allí sentada, y su vecina seguía haciendo de las suyas gritando y riendo como todos los días, consideró llamar a los de seguridad para quejarse, pero no quería ser igual de molesta que ella, por lo que solo respiró hondo tratando de guardar la calma y apagó su laptop dispuesta a darse un baño relajante.
Alistó la bañera y al tenerla lista con agua caliente, se desvistió para sumergirse en esta, manteniéndose así unos segundos hasta que sus pulmones le pedían a gritos algo de aire.
Tomó su teléfono que había dejado sobre la repisa de al lado que tenía los shampoos y entró a Spotify para buscar alguna canción relajante para acompañar su baño.
Luego de media hora salió envolviendo su cuerpo en una toalla y su rojizo cabello en otra.
Ya eran las 9:40pm y la de al lado seguía con su show. Se vistió con un short deportivo negro y un top blanco del mismo material, dispuesta a salir y golpear su puerta.
Tomó su teléfono y llaves antes de salir y tocó la puerta tres veces. No obtuvo respuesta por lo que repitió la acción.
Luego de unos minutos una joven rubia abrió la puerta con una sonrisa que se borró al verla con cara de que nada estaba bien.
— Hola, ¿Como estás? Soy Saman– dijo con su mano extendida, sin embargo la pelirroja la interrumpió sin siquiera molestarse en tomar su mano.
— No me importa quien seas, ni que estés haciendo, solo te pido un poco de silencio, hay personas que tenemos una vida algo ocupada y deberes en la universidad por terminar y tu y tus gritos no hacen más que distraer — soltó hablando rápido, su cara había enrojecido por la furia. La rubia no pudo evitar perderse en sus orbes azules, cosa que Mar no pasó por desapercibida.
— Si, lo la-lamento, haré menos ruido – dijo con algo de nervios al sentir la penetrante mirada de la pelirroja fija en sus ojos. — Lo prometo.
Mar suspiró y cerró sus ojos unos segundos para calmarse—. Esta bien, muchas gracias por tu cooperación. Sin más, que tengas una buena noche, espero sigas divirtiéndote en tus... cosas – dijo con disgusto. A lo que Samantha la miró ofendida.
— Gracias, igualmente — susurró.
Al ver como la pelirroja volvía a entrar en su departamento cerró su puerta con brusquedad mientras repetía sus palabras con molestia.
— "Espero sigas divirtiéndote con tus cosas" — dijo haciendo su voz más chillona y luego bufó.
Volvió a aquel cuarto de donde provenía su ruido y se sentó poniéndose sus audífonos.
— Perdón chat, vino mi vecina a reclamar por el ruido — dijo y rodó sus ojos.
— Pinche vieja culera– leyó en el chat y asintió — Si, pinche vieja – rió.
