Capítulo 12

35 2 1
                                    

Aaron

No tenía un buen presentimiento sobre la conferencia de prensa que haría mi suegro. Iba a ser vista a nivel de todo Colombia y sabía perfectamente que Carolina estaba expuesta. No le dije nada ya que no quería que no le hiciera el favor a su papá. Me quedé sentado en la parte trasera de la conferencia, estaba prestando atención a todo lo que estaba sucediendo.

Cuando escuché a la periodista que le quería hacer una pregunta a Carolina, mis alarmas se activaron, le dije a mis hombres que estuvieran al pendiente y sacarán a Carolina de apuros.

Le hizo la pregunta que tanto me temía, que si era cierto que era mi esposa, Carolina asintió y ahí fue cuando mis hombres salieron a intervenir, salí y busqué a Carolina, la monté en el auto y comencé a conducir hacia la casa. Tenía que llevarla a un lugar seguro, había estado demasiado de expuesta, y ahora mis peores enemigos irían detrás de ella. Llegamos a la casa, hicimos las maletas, Carolina trataba de saber que estaba sucediendo pero no le podía decir nada, solo que tenía que sacarla de allí para protegerla.

Nos montamos en el auto con Felipe, cuando íbamos de camino para el aeropuerto, nuestro auto fue interceptado por una camioneta, haciendo que nuestro auto se volcará. Felipe quedó atascado, y no podía salir, Carolina estaba botando sangre de su cabeza, trataba de gritarle para que me mirará y no cerrará sus ojos, pero fue inútil, cerró sus ojos, seguido a eso, sentí unos pasos acercarse a nosotros, me sacaron del auto y a Carolina también, nos montaron en la camioneta, tapando nuestros rostros para que no pudiéramos ver nada.

Me empujaron haciéndome caer en el suelo, me quitaron la venda y era él, el peor enemigo de mi padre, Carlos.

- bienvenido a mi casa Morello, un placer volver a verte -- sonrió y maldecí mil veces haber caído en las manos de este idiota.

- ¿dónde esta Carolina?

- no te preocupes por ella, esta mejor que tú en estos momentos, tenemos mucho de que hablar

- no le hagas daño, sino juro que...

- ¿que me harás? No me puedes matar, nadie sabe donde están, y si me haces daño, mis hombres tienen las instrucciones de matar a tu querida esposa -- no lo podía creer, había puesto en peligro la vida de Carolina, ella no merecía esto, porque la hice mi esposa.


Años atrás...

Mi padre era el capo más peligroso de todo Colombia, todos le tenían miedo. Mi padre mataba a sangre fría, no le importaba nada. Era la persona más fría que había conocido, nos trataba a mi hermana y a mí como si no fuéramos sus hijos, pero lo más sagrado para él era mi mamá, y eso era un gran problema. Siempre recuerdo sus palabras luego de la muerte de mamá.

- su pecado fue amarme de verdad... si algún día consigues una mujer que valga la pena, no le demuestres afecto frente a los demás, sino la vas a perder al igual que yo perdí a tu madre

A mamá la habían matado por vengarse de mi padre, así que le hice la promesa de que jamás le daría afecto a la mujer que amará frente a alguien, solo para protegerla.

Mi padre juró que se vengaría de los hombres que habían matado a mi madre, el cuál había sido Carlos, uno de los peores enemigos de mi papá, con el cual tendría que lidiar cuando mi papá faltara.


Actualidad...

Cuando me tocó volver a México para hablar con los viejos amigos de mi padre estaba muy nervioso, no le quise decir nada a Carolina para no preocuparle, pero fue inútil, ella se dio cuenta. Se acercó a mí y me dijo que la acompañara al baño, ahí me demostró que era la mujer perfecta para mí, aunque ya lo sabía, desde el primer día que la vi, pero sabía que tenía que protegerla no importaba si fuera dando mi propia vida.

Saber que Carolina estaba en las mismas manos del desgraciado que había matado a mi madre me ponía muy mal, tenía que sacarla de aquí, y no tenía ni la más mínima idea de como hacerlo.

- al parecer se va a repetir la historia nuevamente

- no le pongas una mano encima a Carolina! Ni se te ocurra!!!

- esa mujer es hermosa! No puedo creer que hayas corrido con tanta suerte de tener una mujer así a tu lado

- te juro que si la tocas, no responderé Carlos

- igualito a tu padre, tu mujer es tu debilidad, eso me hace sentir muy victorioso en muchos aspectos

- ella no te hizo nada Carlos, déjala ir, tu problema es conmigo, no con ella

- son esposos, significa que mi problema contigo, es con ella también, no queda de otra — se cruzó de brazos y comenzó a reírse, me sentía tan impotente en estos momentos.

Se fue dejándome a solas en la habitación, a oscuras porque solamente entraba el rayo del sol, no tenía ninguna luz encendida. Me iba a volver loco sino encontraba la manera de salir de aquí y de salvar a Carolina.

Carolina

Luego de que los hombres salieran de mi habitación, entró una mujer muy guapa, se me parecía mucho a la esposa de Marcos el mafioso de México. Ella me quitó las esposas, y me hizo sentir un poco más cómoda, pero no podía negar que tenía mucho miedo.

- ¿quién eres?

- soy la esposa de Carlos

- ¿tienes alguna hermana? — sonrió.

- si, ¿la conoces?

- la conocí en México, Cristina era su nombre

- si, es mi hermana menor, que pequeño es el mundo

- ¿dónde esta Aaron?

- tu esposo y mi esposo son enemigos de hace muchos años atrás, lamentablemente mi esposo mató a la mamá de Aaron — no lo podía creer — solo por vengarse del señor Morello

- significa que me va a matar a mí también, ¿verdad?

- espero que no, eres muy joven y no tienes culpa de haberte casado con Aaron

- él no es malo

- su padre hizo muchas cosas malas mi niña, por lo tanto, Aaron se considera de la misma manera que su padre, un mafioso muy peligroso, solo por llevar su mismo apellido

- ¿porque nos secuestraron?

- no sé que esta tramando mi esposo, no me ha dicho nada, solo que estaré al pendiente de ti, para que ninguno de sus hombres te ponga una mano encima

- ¿puedo salir de aquí?

- me temo que no mi niña, no hasta que Carlos diga lo contrario — no podía dejar de pensar en Aaron, necesitaba saber que estaba bien, abrazarlo fuertemente y decirle que íbamos a salir de esta pronto, aunque no fuera cierto.

La esposa de Carlos me trajo un poco de comida y un vaso de agua, me dijo que cualquier cosa que necesitara, tocará el botón que estaba debajo de mi almohada y ella llegaría para verificar que todo estuviera bien. Al parecer se veía una buena mujer, quizás sumisa a las decisiones de su esposo por miedo a que le hiciera daño.

Corazones en Conflicto Where stories live. Discover now