10. 𝐿𝑎 𝑒𝑛𝑒𝑚𝑖𝑠𝑡𝑎𝑑 𝑠𝑖𝑛 𝑟𝑒𝑚𝑒𝑑𝑖𝑜

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—¿Entonces estás diciendo que quieres que te ayude a cuidar que Sato y Kuzuryuu-chan no peleen más porque tienes miedo de que las terminen expulsando? Ibuki no tendría problema pero

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—¿Entonces estás diciendo que quieres que te ayude a cuidar que Sato y Kuzuryuu-chan no peleen más porque tienes miedo de que las terminen expulsando? Ibuki no tendría problema pero... sería algo excesivo ¿no crees?

—Si, es solo que.. —suspiró agarrándose la cabeza entre las manos, estresada— pienso que podemos impedir su próxima pelea, porque sé que tendrán otra... Y.. no exactamente que las vigiles pero si te pido que me avises cualquier interacción extraña que veas entre ellas, porfavor —rogó.

Mioda dudó durante unos segundos. La noche anterior su teléfono se había quedado sin batería, Koizumi estaba terminando de contarle todo en persona, con ellas dos solas en el aula.

—¿Es enserio que van a llegar hasta el punto de la expulsión? ¡Ibuki no puede creerlo! ¡tendremos que hacer algo si solo expulsan a Sato! Aunque acepto ayudarte, Koizumi-chan.

—Muchas gracias.. —susurró recobrandose de su estrés.

Luciendo apurada, la pelirroja se levantó de su asiento para encaminarse hacia la salida del salón.

—¿Mmm? ¿A dónde vas, Koizumi-chan?

—S-Supongo que iré a buscar a Sato antes de que suene el timbre... si es que ha llegado, claro. No tardaré mucho, nos vemos luego.

—Bueeeno, adiós. —la fotógrafa instantes después ya había salido, probablemente rumbo al edificio para los de curso de reserva.

Para Mioda no era muy necesario que se preocupara tanto por Sato, por más amigas que fueran la chica podía cuidarse sola, aunque podía ayudar en el tema de la expulsión. Seguro Koizumi no querría que muchas personas supiesen, excepto las que tenían una relación cercana con ella, cómo Saionji, Tsumiki y tal vez Hinata o Sonia, personas con las que hablaba mucho.

—¡Creo que hoy podemos tener el primer campo formativo libre! solo por favor traten de no hacer mucho ruido, ¿está bien? —anunció Chisa una vez estaban todos en clase.

Incluso antes de que lo dijera, Mioda ya estaba de pie al lado del asiento de Tsumiki, no necesitaba ni decirle que lo hiciera. Conversaron acerca de su salida de ayer, y la enfermera logró mostrarse mas cómoda mientras hablaba, igual que con más seguridad en sí misma mientras expresaba que le gustaría volverlo a hacer en otra ocasión, con sus mejillas sonrojadas. La música ya tenía en mente algo más que podían realizar juntas, solo que aún en la fisioterapia que harían hoy era muy pronto para mencionarlo y no quería que fuera extraño el ir muy rápido con la enfermera.

Koizumi y Saionji se acercaron de forma repentina a ambas, aunque no importaría porque cuando Chisa descidía dar una clase libre no ponía muchas restricciones.

𝑀𝑦 𝐵𝑒𝑙𝑜𝑣𝑒𝑑 彡 𝑇𝑠𝑢𝑀𝑖𝑜𝑑𝑎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora