Only Us (Shadow Y Tu)

Sé mía, por el resto de la eternidad

023

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Me pareció raro que Salem se fuera, aunque no lo puedo culpar por sentirse mal. Hubo algo en Shadow que me llamó la atención, como si estuviera enojado o algo por estilo.

Me dirigí a la casa de Amy. Como la mayor parte de los sábados anteriores, nos reunimos en su casa para hablar de toda nuestra semana. Espero no tardemos mucho, no me gustaría llegar tarde a mi cita con Shadow.

Al llegar, llamé a la puerta. Amy abrió, como siempre, con una sonrisa. Se hizo a un lado para dejarme pasar, y ella pasó detrás de mí.

Me senté en el sillón junto a Rouge y Sticks, y comenzamos a hablar.

—Bien, Amy, ¿cómo te va con Sonic?—pregunté.

—Bueno... ayer hablamos y arreglamos las cosas—Jugueteó con sus dedos de forma nerviosa.

—Ajá... Amy, a kilómetros se nota de qué forma "resolvieron las cosas"—Rouge hizo comillas en el aire.

—Me están dando asco—Sticks fingió que vomitaba.

—______, ¿cómo va la vida en el dormitorio?—Rouge alzó y bajó las cejas.

Casi me atraganto con la galleta que estaba comiendo.

—E-eh, ¿a-a qué te refieres?

—Vamos, ¡no te hagas! Bien sabes de lo que estoy hablando.

—N-no... no lo sé...

—¿Shadow es bueno?

Esta vez, si me atraganté, y comencé a toser.

—No... o sea si. D-digo... ¡no voy a responder a eso!

Las chicas rieron, y yo rodeé los ojos. Seguimos hablando un rato más, hasta que se hizo la hora de mi cita con Shadow. Amy insistió en llevarme, así que acepté.

La cita era una especie de picnic nocturno bajo la luz de la Luna y algunas velas. Shadow me estaba esperando con una sonrisa, lo cual me causó ternura: él no era mucho de sonreír.

La luz de las velas iluminaba algunas partes del picnic. ¿Él había hecho todo eso... para mí? Era un gran y lindo detalle.

Nunca le conté a Amy de la cita, así que ella tiene que tener algo que ver.

Shadow se levantó y fue directo a mí, me abrazó y besó mi mejilla. Un bello acto de dulzura. Tomó mi mano y me guió hacía el picnic.

Nos sentamos y él no paraba de mirarme.

—¿Hiciste todo esto... solo para mí?—pregunté.

—No hay otra persona tan especial cómo tú en mi vida, así que... sí, es todo para tí—respondió, y acarició suavemente mis manos.

—Es... es muy bello—Desvié mi mirada a la luna—. ¿Cómo se te ocurrió hacer esto?

—Quería hacer algo especial para tí. ¿Te gusta?

—Shadow... ¡me encanta! En serio, todo es... hermoso.

—Me alegra escucharte decir eso. Ah, mira—Abrió la canasta y sacó un ramo de lírios—, te traje esto.

—No era necesario...

—Sólo tómalas, ¿sí? Es un regalo para tí.