Capitulo II

80 7 0
                                    


Pov Caspian

Me desperté con un gran sobresalto, el lugar a mi alrededor era totalmente oscuro y no podía escuchar nada, de pronto tan rápido como mi sobresalto comencé a sentir un gran hormigueo por todo mi cuerpo, me agarre el pecho con las manos al sentir que el dolor era peor ahi, mi ceño se arrugó y mi mente se sintió borrosa, el dolor era indescriptible y si no fuera porque no es la primera vez que esto me pasaba habría pensado que era un ataque al corazón o que alguien me había envenenado, pero la diferencia con esa ultima si la había experimentado y no se sentia asi, no esto era algo peor , esta era la muestra física de mi miedo y siempre me hacia sentir que moriría, de echo yo genuinamente sentía en ocasiones que moriría, ¿ y si eso era lo que debía pasar y mi cuerpo lo sabía ? ¿y si solamente dejaba a mi cuerpo vencerse? , pensamientos como esos siempre se hacían presentes cuando esto pasaba y solo me hacía odiar aun mas todo, odiaba mi pesadilla y odiaba todo lo que miraz me había hecho, en lo que me había convertido, Lo odiaba lo odiaba lo odiaba.

Lagrimas comenzaban a correr por mis mejillas y cuando sentí que todo se estaba volviendo demasiado, Cornelius mi profesor me tomó en brazos, por un momento me movió como si fuera un trapo y me acomodo de tal manera que yo quedara sentado delante de él. 

-Caspian - dijo usando mi nombre en un tono bajo, esto era algo raro en él ya que siempre me llamaba por mi título, solo en mis momentos de debilidad se atrevía a decir mi nombre - Caspian, respira conmigo-


Mi profesor inhalo con más fuerza de la necesaria una y otra vez hasta que sintió que acompañaba su movimiento. Con lentitud segui haciendo lo que me ordenaba y por un momento me sentí tranquilo, el profesor siempre tenía ese efecto en mí y agradeció firmemente que cuidara de mi, nadie mas lo hacia solo el y era por eso que desde su llegada él se había convertido en alguien tan especial en mi vida.

Poco a poco fui sintiendo que la razón regresaba a mi y las sensaciones de mi cuerpo se notaban aún más, lo primero qué sentí fue el sudor, mis ropas estaban empapadas y note que la capa que había estado utilizando para taparme durante la noche estaba enredada bajo mis pies.

-No quería despertarte - dije en un susurro, el profesor negó con la cabeza y me dejo recargarse en él, todo mi peso estaba sobre él y su barrilla regordeta

-Su alteza, no te sientas mal por eso para mi no hay mayor tarea que cuidar de ti - su arrullo paternal me hizo sonreír, sin embargo aún me sentía mal , se supone que en unas horas llegaríamos al reino de Narnia en Cair Paravel para pedir una alianza y poder recuperar el trono de telmar, solo unos cuantos hombres habían venido conmigo, eran aquellos que me habían jurado lealtad en una coronación rápida antes de que Miraz se autoproclamó rey, ahora por el rumor de mi coronación Miraz no era tan legítimo como él quería, y había estado lidiando con los asesinos que mandaba. Y aunque todos estábamos bien entrenados el cansancio había hecho que los ataques nos sorprendieran en ocasiones, cinco de mis hombres ya habían muerto y el corazón se estrujaba cada que hacíamos una sepultura rápida en alguna parte del bosque. Éramos muy pocos y nuestra supervivencia comenzaba a depender de qué tan rápido podíamos llegar a la frontera. Mis hombres me decían que no me preocupara que ellos cuidaran de mí, pero no podía despreocuparme ,su lealtad estaba conmigo y tengo que regresar esa confianza. Es por eso que estaba tan ansioso por darles un lugar seguro y decían que los reyes de Narnia eran gobernantes sabios y se sabía que a diferencia de otros reinos ellos podían compartir el poder sin maquinaciones de por medio.


El tiempo pasó y pronto el sol comenzó a salir, Cornelius se había quedado dormido después de ayudarme y no me sorprendió, el viejo bonachón ya era viejo y se cansaba con más facilidad, pero aunque él duerme las horas que quedaban antes del amanecer yo solo mire un punto fijo. La luz avisó que era hora de levantarse y los pájaros comenzaron a cantar, con impaciencia salí y arregle la tienda de Cornelius, varios de mis hombres también estaban arreglando sus propias tiendas. No pasó mucho tiempo antes de que Cornelius se levantara y emprenderemos nuestro camino.

Tenia la esperanza a flor de piel y no podía esperar a que todos estuvieran a salvo. En la mañana estariamos en el palacio de los reyes. 

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Sep 21, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

El Invierno EternoWhere stories live. Discover now