LA STRIPPER (Rivari)

decisión

Ari Pov

Fui a través de todos los informes de la mañana. Y no había siquiera una señal de Samantha. Eso ya estaba empezando a realmente molestarme. Vi lo molesta que estaba conmigo anoche, pero simplemente no podía hacerlo de otra manera.

Estar peleada con ella era igual a mi día siendo una puta mierda. El ambiente era pesado, el tiempo pasaba lentamente. Y nada parecía ser divertido. Lo que más me molestaba era el hecho de que ella no haya aparecido todavía, porque el ver su caminar de un lado a otro, incluso con su evidente mal humor, me consolaba, porque sabía que ella estaba allí, aunque enojada.

- Dios, te ves terrible. -dijo Molly haciendo caricias en mi brazo. Suspiré pesadamente y miré a la mujer que estaba sentada a mi lado.

- Eso es porque Samantha no apareció hoy. -habló Ama, mientras cortaba su bistec en el pequeño plato. Ya era la hora del almuerzo, estábamos reunidas en "the bistro" dónde siempre comíamos. Desde allí podíamos ver el gran edificio de Industrias Rivera en frente de nosotras.

- ¿Ella está realmente enojada?

- Probablemente ni quiera verme la cara, sólo eso explica por qué no se ha aparecido hasta ahora. – hablé tristemente.

- No te quedes así Abi, pronto ustedes dos estarán bien. -habló Rocío de forma serena y yo solamente baje mi cabeza en la mesa.

- No lo sé, deberías haber escuchado su voz Rocío, enojo puro.

- Nada que no se pueda arreglar con un poco de caricias. -dijo Rocío con una sonrisa.

- ¡O con una buena noche de sexo salvaje! – exclamó Ama.

- Dios santo, enviaré a alguien para que te bendiga y mande lejos los espíritus sexuales que te rodean.

Rocío habló extremadamente seria, lo que me hizo reír. Esas dos siempre estaban en el choque entre lo divino y lo carnal. Harían una buena comedia.

- ¡Chicas! Estamos en público.

- No soy yo. Es Ama la que no se calma.

- ¿Oscar puede manejar todo esto? – preguntó Molly riendo.

- Sí puede. Creo que encontré el chico correcto. – habló Ama calmadamente con una amplia sonrisa. Prácticamente hicimos un coro con un extensivo "Awww"

- ¡Hacen una maravillosa pareja! – dijo Rocío.

- Estoy totalmente de acuerdo.

- Ahh chicas, necesito un novio. No puede ser la única soltera en el grupo. -dijo Molly mientras sacudía su cabeza de forma tediosa.

- Pronto Abi te hará compañía en ese departamento.

- ¡Ama! – exclamó Rocío.

- ¿Qué? Si ella no abre los ojos perderá a la todopoderosa. Resoplé con enojo, pero no porque ama dijo eso, y si porque sabía que ella tenía razón. Me quedé tranquila y sólo bebía el resto del jugo de naranja en el vaso. El movimiento en la avenida era débil, me perdí viendo a dos chicas que iban de la mano con amplias sonrisas. Me detuve a pensar en cómo sería si hubiera conocido a Samantha en mis años de adolescencia. Por lo que sabía, ella amaba la fiesta y ¿yo? Siempre era muy tranquila. Típico ¿verdad? Nuestros retratos no hacen justicia a lo que éramos en la actualidad.

- ¡Mira quien llegó, Abi! - me dijo Molly al oído.

Entrecerré los ojos al ver el coche de Samantha pasar por el portón del enorme edificio. Un "Por fin" salió de mi boca sin siquiera darme cuenta. Me puse de pie rápidamente, sacando de mi cartera un par de dólares para pagar mi parte de la factura.