En sus últimos momentos de vida.
Tn Miller, de 17 años estaba agonizando lentamente.
La última cosa que estaba haciendo antes de morir era leer su novela favorita de WEBTOON era las Joyas de la Princesa.
Ella detestaba a la protagonista por su compo...
???:¿Una emperatriz?, ¿Que es una emperatriz? -pregunta el albino-
Remy:Es la soberana de un imperio, ósea que ella es la dueña de unas tierras muy poderosas y las personas que viven allí son sus súbditos y cualquier cosa que ella ordene tienen que obedecerla en todo
???:¿Osea que ella es muy poderosa? -pregunta asombrado el peli negro
Velkan:Claro que si
???:¿Creen que ella ayude a resolver nuestros problemas? -pregunta el albino-
Remy: -recuerda como Tn los ayudó a ella y a Velkan sin importar su estatus- Claro que ella los ayudara, ella tiene lo que muchas personas no tienen
???:¿Y eso que es? -pregunta el rubio-
Remy:Humanidad y corazón
En eso escucharon un sonido que provenían de los arbustos, se prepararon para lo peor pero de ahí salió la peli negra quien tenía algo de sangre en su ropa u cara.
Velkan/Remy/???/???/???:¡Su majestad!
???:¡¿Esta herida?! -pregunta preocupado el albino-
Tn:¿Eh?, ah no no, no estoy herida
???:¡P-Pero tiene sangre! -dice preocupado el rubio-
Tn:E-Ehhh esto no es sangre, es que pase por un arbusto grande que tenía moras rojas y me ensucie
???:Menos mal, por un momento pensamos que eso era sangre -dice aliviado el peli negro junto con sus compañeros-
Tn:Eh je je je, que loco, ¿No?
Pobres, si supieran que eso en realidad si era sangre, pero no de ella.
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A la mañana siguiente
Los tres adultos se preparaban para volver al imperio, pero los tres niños estaban nerviosos.
Ayer en la noche le pidieron, o más bien suplicaron a la mayor a llevarlos al imperio por el simple temor de volver al orfanato y ser maltratados por los que trabajaban ahí.
Tn.... no tenía corazón como para dejar a unos niños pequeños a su suerte, por lo cual aceptó llevarlos a su imperio, pero también pensó en los otros niños del orfanato en el que se escaparon el pequeño trío.
Una idea le llegó en la cabeza para poder ayudarlos y sacar a todos de ahí.
Una vez que todos subieron a los caballos se fueron directo al imperio de Astotel, el trío iba uno en cada uno agarrando de su cintura a los jinetes. Se agarraban con fuerza ya que los caballos se movían mucho y temían llegar a soltarse y caerse.
